jueves, 2 de junio de 2011

Los periodistas no estamos autorizados a violar la ley

Reflexiones de Gustavo Castro Caycedo
Los periodistas no tenemos patente de corso otorgada por un monarca, para echar por tierra el honor de la gente, ni hacer cuanto nos venga en gana; la ética y la responsabilidad nos obligan. ¡Seamos respetuosos, justos e imparciales!.
El periodismo de la mano con la justicia.
El periodismo colombiano, haciendo un frente común con la justicia, está cosechando frutos con los que el país soñaba. Sigue investigando y denunciando con decisión y valentía casos de corrupción y podredumbre como la “Yidisplítica”, Agroingreso Seguro, los falsos positivos, las masacres, el escándalo del Club Militar; el infame “carrusel de la salud” con la mafia de ladrones de sus presupuestos, hasta desde el propio Ministerio de la Protección Social, por lo cual se investiga a 34 gerentes de EPS y a otros funcionarios, por recobros fraudulentos al sistema de salud. El gran robo a Bogota, que ya llevó a la cárcel al senador Iván Moreno y al tristemente célebre caso de los Nule” las “Chuzadas” del DAS la Zona Franca de Mosquera, etc.


Colombia vive una campaña moralizadora sin precedentes. Los medios de comunicación, el Presidente de la República, el ministro del Interior y de Justicia, la Fiscal, la Contralora, el Procurador General y las altas Cortes, están unidos y con el país, le dicen a los corruptos: ¡Basta ya¡.
Mientras algunos hacen quedar mal al gremio, las investigaciones y denuncias de otros periodistas valientes y responsables, les ha costado la vida, el exilio, chuzadas, amenazas, y atentados. Su señalamiento y seguimiento a casos de delincuencia común, de cuello blanco y de corrupción, le dan hoy una esperanza a Colombia. Esa es la mejor contribución del periodismo a la sociedad.
Periodistas en deuda con el honor de Farid Llinás
Por el injusto, denigrante e irresponsable tratamiento dado por algunos periodistas al barranquillero Farid Llinás, (pisoteando el código de ética), ellos están en deuda con su dolor y con el honor que le quitaron a este hombre quien por petición de su esposa, la ciudadana española Irene Cortés Lucas, viajaron desde Málaga (España) a Colombia, para vivir el carnaval “currambero”.
El 2 de Marzo del 2011, en Barranquilla, un sicario le disparó a Irene durante un asalto para robarla, mientras ella y Farid departían con unos familiares, en un sitio público de la 14. Llinás la llevó a un hospital, pero allí, murió. El 25 de Abril, el sicario apodado ‘Joaco’, aceptó los cargos y fue condenado a 23 años de prisión, su cómplice, Bryan Blanco, también confesó.
Familiares de la víctima dijeron en España que sospechaban que el crimen lo hubiera cometido Farid (quien vivía allí desde el 2001), y eso fue suficiente para que algunos periodistas sin ningún asomo de clemencia, lo acorralaran, lo culparan y lo condenaran, irrespetando su dolor pisotearon su honor. Se adueñaron de su vida privada basados en que era culpable del crimen, porque alguna vez estuvo detenido en España; (ignorantes de que cuando alguien ha pagado una condena, queda rehabilitado) y que lo hizo por venganza con Irene, pues ella años atrás tuvo una relación extramatrimonial. El, sin tener por qué rendirle cuentas a los reporteros, entre lágrimas, se vio forzado a abrir su vida privada: “Sí, pero yo la perdoné, éramos felices, no tenía motivo para matarla”
Ante el acoso periodístico, preguntas agresivas y acorralado por micrófonos, cámaras y gritos insolentes e indolentes de un puñado de reporteros, Farid Llinás les pidió que no lo condenaran, que respetaran el dolor que sentía por la muerte de su esposa. Pero fue en vano: convirtieron su tragedia en una especie de telenovela, en la que “el malo” fue Farid. Durante muchos días vimos cómo los informes de TV lo culpaban. El repetía: “soy inocente”; pero lo acusaron, aún después de que el general de la Policía, Óscar Pérez, afirmó que Llinás ni fue el asesino, ni tenía antecedentes penales en Colombia.
Farid envió el cadáver de Irene a Málaga, y luego viajó él a poner la cara, solo y abatido; llevando su dolor a cuestas y sin que quienes le quitaron la honra le devolvieran sus lágrimas, ni el buen nombre al que tenía derecho.
Este vergonzoso caso mancha a los periodistas, a quienes no nos corresponde absolver o condenar a nadie, eso es materia de los jueces y fiscales. Debe recordarse, además, que tanto la ética como la ley, obligan a rectificar.
Denuncia sobre un burdo montaje
“Testigo Directo”, de Rafael Poveda, presentó dignamente un impactante caso sobre la Internet, que se convirtió en “arma mortal” contra Oscar Bonilla, un joven estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad de los Andes, vilmente calumniado a través de un burdo montaje, por atrocidades que nunca cometió; su vida fue convertida en una terrible pesadilla. Por fortuna, Poveda abrió su programa para denunciar tal canallada contra Bonilla. Esta es una buena muestra de periodismo de servicio ciudadano, útil a la sociedad.
Un juez exasperado por cámaras y micrófonos
Algunos telenoticieros del martes 26 de abril, en un momento de “calor periodístico”, titularon el mismo hecho, de manera distinta: “Un juez atacó con una toga al camarógrafo de Caracol”. ”El Juez 48 agredió a los periodistas”. “Un juez Golpeó a varios periodistas”. El periódico El Mundo, en cambio, dijo: El juez 48 de Control de Garantías, Javier García Prieto, sacó su toga de la maleta y tapó la cámara de video de uno de los reporteros asistentes”.
Revisé la grabación objetivamente, y encontré que el juez 48, acosado por los reporteros y en su derecho de no dar declaraciones, tras repetir, “por favor respeten”, se ofuscó y reaccionó sacudiendo o batiendo su toga frente a una cámara, para que no lo registrara. Así lo vio el país, pero no algunos colegas.
La calificación del hecho fue desequilibrada, pues por una “batida de tela” los reporteros se colocaron como mártires. La solidaridad de cuerpo que pretende validar el acoso periodístico cuando la gente se abstiene de dar declaraciones, es lo que la escritora y columnista Rocío Vélez de Piedrahita, calificó en el periódico El Colombiano, “Agresividad en las entrevistas”. Por experiencia propia se que no hay tarea más difícil, con mayores presiones y responsabilidades dentro del periodismo, que la de dirigir un noticiero de televisión. Y que, aún a pesar del cuidado y la actitud responsable de un director, hay periodistas que se desbordan y eso debe ser revisado y corregido.
“Ya está claro” que la práctica convertida en fórmula de trabajo por algunos periodistas agresivos, es acorralar a los entrevistados, arrogantemente, blandiendo grabadoras, micrófonos y cámaras violentas, amenazantes; que persiguen con gritos e insolencia a todo tipo de personas, señalándolas o acusándolas con altanería, convertidos en jueces que exigen declaraciones, que condenan; o que satanizan a quien quieren. Ni qué decir de la práctica de quienes editan frases e imágenes a su acomodo, dolosamente.
Si, hay quienes practicando una especie de “cacería de fieras”, impugnan y muchas veces empujan o agreden verbalmente a los entrevistados, o regañan al preguntar. Para algunos, la libertad de información se convierte en libertad de conducta y es excusa para hacer lo que les viene en gana, para atentar contra la dignidad humana, para irrespetar, para acorralar a quien desean; sean funcionarios, testigos, sospechosos, delincuentes, reos, deportistas, políticos o ciudadanos de bien, a quienes les aplican el “intento de sospecha”, y a veces hasta a las propias víctimas, de la violencia, o a sus familiares.
Vale la pena anotar que el camarógrafo de Caracol TV de esta historia, entrevistado en “La W”, dijo que no pasó nada. Que el juez simplemente había pedido no grabarlo y que con su toga lo único que quiso fue eludir la cámara.
Inocencio, Yamid, y otros con humanidad
Han salido a reprochar las campañas sociales de la TV, diciendo que: “esa no es misión de los noticieros”; en lugar de cuestionar a tantas modelitos imitadoras de periodistas, que recitan frases de teleprompter y “tienen más silicona que cerebro”, quienes al improvisar dos palabras, su incultura las lleva a decir barrabasadas.
A Yamid Amat, (según colaboradores suyos, “el genio de mal genio”), hay que reconocerle muchos aciertos como periodista innovador y audaz, pero por sobre todo, su gran sensibilidad social que coloca el periodismo al servicio de causas nobles. Su exitosa campaña, “Una casa para Inocencio”, el niño de Tame víctima de una mina quiebra-patas, a quien le consiguió una casita, lo reconcilia a uno con el medio, así haya en este quienes cuestionan el carácter humanitario de personajes y noticieros de la TV, como el mismo Yamid, María Lucía Fernández, Juan Eduardo Jaramillo, Darío Fernando Patiño, José Alfredo Vargas, J Mario Valencia, o Carlos Pinzón, RCN, Caracol y City. Ojalá hubiera muchos otros con esa dignidad social; Colombia sería otra, para bien.
Eso no es colaborar, es físico amarillismo
El 30 de Marzo, en “El Cazanoticias”, (espacio presentado por Felipe Arias, quien generalmente emite notas de denuncia útiles y responsables), repitieron algo que ya es muletilla: “Advertimos que las imágenes son impactantes; las publicamos para colaborar con las autoridades”. Ese día transmitieron una grabación oculta del sangriento asalto a un supermercado. Uno de los hampones disparó por error hirió a su cómplice y remató a tiros al cajero.
No deberían emitir estas grabaciones porque ponen en alerta a los bandidos, sobre todo si como dicen, “su deseo es colaborar con las autoridades” ¿Por qué más bien no muestran las grabaciones a los miembros de la Fiscalía, la policía y la Dijin, antes, en privado? Así si colaborarían de manera efectiva.
La disculpa de “ayuda” no suena sincera; soy crítico de televisión, periodista y he dirigido noticieros de TV, y por ello, sin duda, con autoridad moral puedo asegurar que eso es simple amarillismo. Al presentar este tipo de informes, (basados en aportes ciudadanos), deberían callar tan débiles pretextos. Utilizan sofismas para ejercer el sensacionalismo que tanto daño le hace al periodismo serio y profesional, porque por unos pocos, la opinión pública generaliza, sataniza y nos mide a todos los periodistas.
El batracio de Z-BEC, de Wyeth
Z-BEC, “fórmula suplementaria de potencia vitamínica para dietas deficientes”, producida por Laboratorios Wyeth, emite en televisión un comercial (muy bien producido, y tierno) en el que una niña toma en sus manos un sapo y lo besa. Este puede ser visto haciendo clic en http://youtu.be/4_MeINNuFNs
Tal vez no han caído en cuenta del riesgo en que colocan a los menores, dado el alto grado de imitación que generan los comerciales de TV, y más, uno amable como este. Vale recordar que en Colombia hay muchas especies de batracios venenosos, que exudan algunos de los venenos animales más potentes del mundo, como mecanismo antipredador. Las toxinas de uno solo de estos animalitos, podría matar a 1500 personas. Según el Instituto Smithsoniam, la “phyllobates terribilis”, (rana venenosa dorada de Colombia), produce el veneno más poderoso que hay en la naturaleza. La sola familia Dendrobatidae, tiene más de 190 especies de ranas en nuestro país.
En Wyeth deben aprender lo anterior, que el veneno de la “Rana de Dardo o Flecha Venenosa’, puede causar falla cardiaca a la gente. Y que los niños ven TV en el 92.8% de los hogares colombianos. Los invitamos a reconsiderar su mensaje, que sin mala intención invita a los menores a besar a sapos o ranas.
Los gritos de J Mario y de Carlos Giraldo
Luz María Lozada, lectora de esta página, protesta porque en mi columna anterior señalé a unos periodistas y presentadoras que gritan y “manotean” en los noticieros de TV. Y dice: “¿Por qué no critica por eso mismo a J. Mario Valencia y a Carlos Giraldo, el de Sweet?”. El asunto es muy sencillo, una cosa son los tele informativos, (no son magazines), que, así los hayan trivializado, presuponen sobriedad, factor vital de credibilidad en quienes informan.
Otra cosa muy distinta son las revistas de variedades, o los magazines de farándula, cuyos conductores cumplen con la función de divertir, amenizar, distraer, recrear, entretener, llevar esparcimiento; en otras palabras, cubrir con alegría el tiempo de ocio de los televidentes. J Mario y Carlos Giraldo, (personajes muy diferentes en su forma de ser) cumplen, cada uno con su tema y en su estilo, con características propias. Les es común animar, manejar y gozarse sus programas, “Muy buenos días” y “sweet”, de buen “rating”..


La audiencia tiene percepción de su informalidad, familiaridad, creatividad, buen humor, sentido crítico y flexibilidad. Los dos conducen espacios bien producidos, y proyectan compañerismo, Carlos con sus carismáticos colaboradores, Carlos Vargas y María Clara Rodríguez (quien estudió Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, y J. Mario, con Laura Acuña.
La sensibilidad social y ánimo de servicio, propios en J Mario, (sucesor de Pacheco), y la alegría de Giraldo, los conecta con sus hinchas. Claro que los dos gritan, gesticulan, actúan; es parte de su espectáculo que, quiérase o no, les da éxito. Que haya quien no los quiere es natural: “no son monedita de oro”.
Andrea, animadora pero no periodista
La bella Andrea Serna se luce como animadora y presentadora de farándula; es simpática, tiene carisma, voz agradable y coquetería; da la sensación de ser muy humana, y no tan superficial como otras modelos. Pero esos atributos no le alcanzan para ser periodista; una cosa es ser entrevistar y otra preguntar.
Andrea permite respuestas muy extensas que le dejan todo el espacio a sus invitados; no contrapregunta (para aclarar dudas o conceptos); no debate con los entrevistados, y eso afecta su independencia. Además, le falta fondo e información para sostener un diálogo fluido. Si se necesita, sirva de ejemplo cómo desperdició al director de cine mexicano Arturo Ripstein, invitado suyo. Ojalá Andrea siga animando, lo que, ¡Sí e hacer muy bien!
Gritos, “manoteo”, exageraciones y prepotencia en TV
Hay presentadoras, comentaristas y periodistas de TV, “gritones”; como si los televidentes fueran sordos. Tengo los nombres de algunos de ellos, (pero claro está, hay otros más); como ejemplo: Liliana Salazar, presentadora de noticias deportivas de RCN; domina el tema del fútbol, se prepara y es entusiasta, pero “manotea”, y como Johanna Lozada (Caracol), por acelerada no vocaliza bien: se sobreactúa y sufre de “sonsonete”. Liliana podría aprender a su compañera Adriana Guerrero, reportera de campo, mesurada, seria, amable y sencilla; o a otras expertas en deportes, como Yudy Duque, (Canal ET), Elizabeth Pérez, (deportes CNN); Desirree Njambo, (canal español 24 Horas), o Lina Rozo, (Caracol TV).
Entre quienes “levantan la voz”, están: el motociclista Efraín Arce, que podría emular a su compañera, la patrullera RCN Melisa Martínez. También, dos “niñas” de Caracol, Adriana Tono, aceleradita que se “pasa de tono”; y Katherine Arias, quien luce “sobrada” y gesticuladora en exceso. El caso de Ricardo Henao Calderón, (RCN), es distinto, sabe de futbol, es amable y su emoción en vivo luce muy bien en los estadios pero le sobra energía en el estudio, es escenario para mayor placidez, como la que proyectan Germán Arango, Carlos Alberto Morales o Adolfo Pérez.
Hay otras “jovencitas” que, aunque manejan bien la voz, teatralizan su expresión corporal, exhiben una articulación deficiente; o por sentirse “divas” “manotean” sin cesar. Por ejemplo Jessica de La Peña (RCN TV), de voz agradable, registra bien, pero cuando presenta el excelente espacio, “Nuestro Planeta”, se vuelve “catedrática” e impetuosa, exagera tanto como Silvia Corzo.
Complementan la lista hoy, Rosa María Corcho, (Caracol) con rictus de brava en su rostro y Gina Acuña (RCN), forzadamente adusta y seca. Rosa María podría aprender a su compañera de estudio, Johanna Amaya, quien mejora cada día más. Hay otros personajes para esta lista, y los iremos registrando.
Un “diplomado” de periodismo internacional ¡Gratis!
Con este consejo elemental aspiro a propiciar un “diplomado” a distancia para que quienes lo necesitan, observen, emulen y mejoren su presentación de TV.
He seleccionado a una serie de presentadoras, presentadores y periodistas de noticieros internacionales, profesionales, destacados de verdad, que pueden ser sintonizados en Colombia en canales norteamericanos y europeos. Algunos de nuestros periodistas y presentadoras “frágiles”, deberían observarlos y estudiarlos (así, a distancia y sin costo), para aprender y captar que esos noticieros “no sufren de revistas de farándula”, ni tienen improvisadas modelitos “carne de cámara” que lo muestran casi todo para atraer audiencia; que suplantan impunemente al periodismo serio, que merece respeto.
El factor común en el grupo de los profesionales internacionales seleccionados es que conquista audiencia con preparación, conocimientos, responsabilidad, y respeto por la audiencia; no con gritos, “manoteo”, sonsonetes, prepotencia y exhibicionismo; lo hacen con naturalidad y sencillez; con rostros serios pero amables; su trabajo frente a las cámaras, es un asunto de preparación y de actitud. Para capacitarse gratis solo basta con observarles, analizar y aprender.
Estos son los noticieros, periodistas, presentadores y presentadoras claves del “diplomado” a distancia que Universidad alguna podría proporcionar ¡Suerte!:
Antena 3: Beatriz San Juan. BBC: World News: Karim Giannone, Zeina badawi, John Simson y Erik Lamisert. Blomberg: Francine Lacov y Andre Katherwood. CNN en español: Claudia Lozano (colombiana), Ione Molinares, Juan Carlos López (colombiano) y Carlos Montero. CNN-H: Clarck Howard y Natasha Cury. CNN-I: Max Foster, Isha Sesa, Hala Gorabi y Errol Barnet. Deutsch Welle: Diana Zimmmerman, Matías Untenburg y Sarah Faupet. FOX News: Clayton Murns, Shepard Smith, Charlie Gasparino y Tracy Byrns. Noticiero 24 Horas, de España: Merche Basadre y Susana Roza Vigil. NTN 24: Ruth Del Salto, Marcelo Moncayo. RAI, Lucia Annunziata, Giovanni Floris y Roberto Saviano. TVE: Cristina Onega, María Oña y Antonio Parreño. TV 5, Francia: Francoise Jeaneil y Detert Kormaz. Canal Speed; Diego Mejía (colombiano), y Univision, Ilia Calderón (colombiana) y María Helena Salinas. Por hoy, estas y estos.
Pero si el anterior “elenco” no fuere suficiente buen ejemplo, pueden reforzarlo observando a gente de nuestros canales, como: Yamid Amat, Andrea Vernaza, Inés María Zabaraín, Silvia Parra, y Mauricio Gómez, de CM&. Darío Restrepo Vélez, Ana María Mejía, Andrés Troches, Eduardo Alfonso López, Carlos Mario Díaz, Edulfo Peña y Víctor Castro Gómez, de City TV y ET. Guillermo Vallejo y Adriana Santacruz, de Telepacífico; Orlando Sampayo y Mike Smulson, de Telecaribe; Camila Zuluaga, de TV Centro. Clara Elvira Ospina, Claudia Gurisatti, Johanna Amaya, Juan Eduardo Jaramillo, Natalia Orozco, Adriana y Orlando Guerrero, Carlos Arturo Páez y Zoraya Yanine, de RCN. Germán Arango y María Cristina Uribe, de Noticias Uno. Darío Fernando Patiño, María Lucía Fernández, Juan Diego Alvira, Jorge Alfredo Vargas, Javier Hernández Bonet; Vanessa de La Torre, Luz Helena Ramos, Fernanda Lucía Hernández, Margarita Rojas, Gloria Edith Gómez, Eduardo Manzano, César Chaparro; Dora Glottman, Beatriz Gómez, Juan Roberto Vargas, Carlos Cataño, Carlos Gutiérrez, Richard Fredy Muñoz; y Guillermo Valencia, del Canal Caracol. Por hoy esos, pero hay más.
“Qué buena onda”
Al programa “También Caerás”, suelen criticarlo, (y con razón), porque en él a veces le hacen bromas pesadas a la gente. Sin embargo, esas críticas son parcializadas, pues hasta hoy, nunca he leído una sola de esas notas en que destaque la sección, “¡Qué buena onda!”, otra cara del programa, dedicada a resaltar y premiar la bondad humana. Personajes del programa fingen sufrir serios problemas, hasta que aparece un buen ciudadano, solidario y desprendido, quien ayuda desinteresada y decididamente, y que generalmente es una persona humilde. Así destacan esas acciones y premian a sus protagonistas, que son buen ejemplo como seres humanos. ¡Muy buena onda!
Noticieros, inundaciones y beatificación
Los noticieros de TV han estado muy atareados últimamente. Es grato registrar que durante el largo, crudo y doloroso invierno, con desbordamientos, inundaciones y derrumbes, los periodistas, (en general), han sido respetuosos con el drama humano de miles de hogares; llueve, pero amainó amarillismo.
Caracol y RCN, TV Hoy y ET, ejerciendo un periodismo social positivo, han desplegado todo su recurso humano y técnico para informar bien, poniéndose del lado de los afectados, apoyan y orientan a comunidades y autoridades.
Caracol, ha desplazando a todos sus periodistas, (hasta a su presentadora de temas internacionales, Dora Glottman), a cubrir zonas de desastre en todo el país. RCN se ha lucido con sus informes aéreos, mostrando la magnitud del desastre. City y ET, ha hecho una amplia y seria cobertura en el Distrito.
En cuanto al madrugón por la ceremonia de beatificación del Juan Pablo II, los canales cumplieron de nuevo. Destacado el trabajo de RCN con Juan Eduardo Jaramillo, Johanna Amaya, Mery Villalobos (desde El Vaticano) y Camilo Chaparro, asistidos por el Obispo Héctor Gutiérrez Pabón, asesor en Pastoral de Comunicación del Vaticano. Y el de Caracol, con Darío Fernando Patiño al frente de su informativo, haciendo eficiente equipo con los Padres Alberto Linero y Germán Bernal, (experto en Liturgia), quienes ilustraron al país.

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