El presidente Uribe, tiene la rara virtud de cambiar de opiniòn de un dia para otro, sobre asuntos cruciales y no se pone colorado cuando critica situaciones que èl mismo ha provocado.
Es como el papá que pone a los hijos a desordenar la casa y luego se queja por el desorden.
Quièn lo mandó a designar a Piedad Córdoba y a Chávez como facilitadores del acuerdo humanitario?
Hoy dice que las FARC no quieren el Acuerdo Humanitario sino ganarse un espacio político en las conversaciones con el presidente de Venezuela Hugo Chàvez.
Ahora sostiene que "Tirofijo", el jefe de las FARC, no sale de su escondite porque teme que lo maten y que el viejo guerrillero tiene bien fundados sus temores.
Y en este momento sostiene que las FARC son simplemente terroristas.
Entonces, qué estaba pensando el presidente cuando autorizó a Piedad Córdoba y por su intermedio al presidente Chávez para que hablaran con las FARC sobre el Acuerdo Humanitario?
Si las FARC son terroristas, entonces indujo a Córdoba y a Chávez a un acto ilegal cuando buscan esos diálogos con los subversivos?
Si "Tirofijo" está condenado a muerte por el presidente de la Repùblica, entonces no es posible que algún día, si esa fuera la solución para el canje de prisioneros, que dejaran salir de su madriguera al jefe de las FARC y se reunieran los dos?
Y si las FARC, como simples actores del terrorismo no tienen tregua ni cuartel, entonces cuándo, en qué forma, bajo qué condiciones, piensa negociar con ellas el acuerdo, si es que lo piensa hacer?
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro, hizo una sabia reflexión: si Uribe quiere un tercer período, debe primero gestionar la libertad de los secuestrados por las FARC.
Y una pregunta más:
El presidente Uribe, que hoy se lamenta por el protagonismo de las FARC, no ha pensado que le hubiera resultado màs barato para él y para el país, crear una zona de seguridad durante 45 dias en Pradera y Florida, para negociar el acuerdo como se lo propusieron los paises facilitadores?
Yo no entiendo a Uribe. Sin ponerse colorado va en contravìa de la razòn. Pero lo peor es que la mayorìa de los colombianos parecen marchar con èl.
