domingo, 29 de abril de 2007

El país de los olvidos


Mirando detenidamente los foros o comentarios de los internautas en los diarios y las revistas colombianas, encuentra uno sorpresas.
Que no deberían serlo, si no es porque algunos colombianos se dedican a impedir que sus compatriotas olviden con facilidad o se pierdan en las avalanchas de informaciones o noticias ligeras con que los sepultan los medios colombianos.
Para la prueba algunos botones:
- Maria Isabel Rueda escribe en Semana una furiosa columna contra Gustavo Petro, el senador del Polo Democrático que realizó un debate en el Senado que para los uribistas fue una infamia pero que para los anti uribistas fue una ocasión para reafirmar sus críticas al presidente. Rueda dice que Petro la tiene mamada "porque su fórmula de argumentar, que se basa en mencionar premisas incontrovertibles, irrefutables y documentadas para llegar a conclusiones falsas, lo que se conoce con el nombre de sofisma".
Un acucioso lector de su columna, le recuerda a Maria Isabel que ella también tiene antecedentes de sofista y maniqueista, como ocurriò cuando élla era jefe de prensa de Alvaro Gómez en las elecciones de 1986, junto con el estratega Alberto Casas, hoy en día segundo al mando en el noticiero matinal de la W, una semana antes de las elecciones, montaron una tramoya de algo que yo también había olvidado. El caso es que la campaña de Gómez acusaba a su rival Virgilio Barco de tener demandado al estado colombiano por el caso de la Concesión Barco, un campo petrolero que la familia del ex presidente liberal explotó en la primera mitad del siglo XX, y que derivó en un litigio.
Con ese caso, los alvaristas esperan demeritar a Barco y mostrarlo ante el electorado como impedido para ser jefe de Estado teniendo demandada a la nación.
El asunto despertó la reacción contraria a la que buscaban los alvaristas: Barco barrió en los comicios.
Y el grupo alvarista, dirigido por Rueda y Casas, fue repudiado por muchos ciudadanos y comentaristas.
En la misma edición de Semana (1304), Daniel Coronell, en un excelente artículo, revela que la Hacienda Guacharacas, de propiedad de la familia del presidente Uribe Vélez y donde según el senador Petro han operado grupos paramilitares, fue vendida parcialmente a los "tristemente célebres" hermanos Pedro y Santiago Gallón Henao, quienes eran los patronos de Humberto Muñoz Castro, el sujeto que el sábado 2 de julio de 1994, "desocupó el tambor de un 38 largo sobre la espalda del futbolista Andrés Escobar", que hacía diez días había cometido un autogol contra la Selección Colombia en el Mundial de Estados Unidos.
Muñoz Castro se atribuyó toda la culpa del crimen de Escobar y salvó a sus jefes,
Coronell afirma que la familia Uribe Vélez sigue vinculada a la Hacienda Guacharacas y se pregunta ¿por qué los hermanos Uribe Vélez hicieron negocios con los Gallón Henao en 1996, si su reputación era conocida desde 1994?.
Otro acusioso lector de Coronell, recuerda en el foro que por la trágica muerte de Escobar, un periodista que se proyectaba como uno de los mejores exponentes de la nueva generación de comunicadores de Colombia, escribió un libro con todos los detalles del caso, atribuyendo el crímen a los mafiosos, entre ellos a los hermanos Gallòn Henao.
Hoy, dice el lector, ese periodista, de nombre César Mauricio Velásquez es Secretario de Prensa del presidente Uribe.
Será que a César Mauricio Velásquez el puesto le hizo olvidar el caso de Escobar?.
Sobre olvidos y dobles morales, este país da mucho para escribir y comentar.