domingo, 27 de enero de 2008

“El periodismo colombiano atiza odios y remueve pasiones”



La prensa en Colombia es hoy instrumento de intereses económicos hegemónicos, de proyectos políticos dictatoriales y oscuras pasiones personales.
Los periodistas somos abanderados de causas que incrementan la violencia en Colombia, que aumentan la brecha entre ricos y pobres y que distancian a los cada vez más radicales extremos políticos del país.
Las causas?
Económicas, sobre todo: los medios de comunicación, sean radiales, impresos o televisivos, viven de la pauta y la pauta la manejan los que están en el poder del Gobierno o del sector privado.
Y a ellos se someten los propietarios de los medios, que imparten las órdenes a los directores, estos a su vez a los jefes de redacción y la desgraciada cadena termina en obedientes pero necesitados periodistas.
Todos tienen que obedecer porque necesitan el salario.
Directores , jefes de redacción y periodistas que, con excepciones muy pocas como los directores actuales de la W, RCN y Caracol radio y televisión, necesitan el salario para sobrevivir, acatan las instrucciones y no cuestionan éticamente ningún mandato que conlleva a poner el periodismo al servicio de las hegemonías ideológica, económica y política que hoy nos gobiernan.
Mi columna "parásito" recoge un articulo que publica en Semana Juan Diego Restrepo E., Editor de la Agencia de Prensa IPC, desde la ciudad de Medelín.
Porque comparto en su integridad el artículo, aquí va:
Análisis de Juan Diego Restrepo E.
El caso de la senadora Piedad Córdoba invita a la reflexión de si las agresiones en su contra son solo provocadas por su comportamiento individual o también es un fenómeno alimentando por la prensa.
Los colombianos asistimos por estos días al resurgimiento de un fenómeno mediático que se repite cíclicamente, cuando aparece en el horizonte nacional la figura de un ‘enemigo’ al que se le atribuyen todos los males posibles. Hoy tenemos a la guerrilla de las Farc, al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, y a la senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba, como los culpables del desequilibrio político y económico del país. En el pasado cercano tuvimos al Polo Democrático Alternativo, más atrás a la Unión Patriótica, antes a la clase obrera y estudiantil, en un pasado remoto a los liberales ‘comunistas’ y en el inicio de esta espiral de violencia al sacrificado líder popular Jorge Eliécer Gaitán.

Los efectos propagandísticos de los medios de información colombianos contra todo aquello que se deslinda del pensamiento hegemónico del cual son sus representantes, tiene hoy un grave capítulo: las agresiones verbales contra la senadora Córdoba proferidas el pasado miércoles cuando viajaba vía aérea a Caracas. Las consecuencias de la polarización ideológica que se viene dando en el país son predecibles, de ello se tiene un ejemplo concreto: los medios de comunicación crearon las condiciones sociales que acabaron en la aceptación justificatoria del genocidio de aquellos que integraron la Unión Patriótica, al reiterar, tal como lo propone la propaganda política, sus vínculos con la guerrilla de las Farc.

Los poderosos dueños de la prensa colombiana le temen tanto a los fantasmas que cuestionan sus proyectos ideológicos, generadores de grandes ganancias económicas, que no han dudado en convertir la noticia en una herramienta unificadora de la ideología dominante para su beneficio y lucro, para contrarrestar cualquier asomo de disidencia. De la mano del capital privado y público el periodismo viene perdiendo equilibrio, sin vergüenza alguna, lo que sin duda riñe con los postulados universales de este oficio, reseñados en el campo teórico, pero ausentes en las salas de redacción. Los propietarios de los medios y sus subalternos, directores y periodistas, ya no reflexionan sobre los contenidos noticiosos; no extreman los cuidados que debe tener el tratamiento de una noticia, y cada emisión se convierte en un peligroso producto propagandístico que atiza los odios y remueve las pasiones entre los colombianos.

En esta estrategia a favor de los grupos económicos y políticos en el poder, existen responsabilidades compartidas de los propietarios de los medios de información, sus directores y periodistas. Por ejemplo, en el caso de la senadora Córdoba, si lo que se dice de ella en segmentos políticos televisivos, o la agresividad con la que se le aborda en las entrevistas radiales, o la línea que revelan los artículos en portales informativos de Internet, o las constantes ironías, sarcasmos y burlas que tanto calan entre la opinión pública, son iniciativa de los periodistas o vienen ya con el sello del jefe de redacción, que las recibe del director del medio, quien a su vez recibe órdenes del dueño del medio, quien está ligado al poder político. Alguien debe tener claro de dónde viene el sesgo informativo y cuál es su oscuro propósito.

Esa labor soterrada de los medios de información en contra de quienes actúan y piensan diferente al gobierno y a los grupos de poder, cuyos efectos se observan en las agresiones verbales contra la senadora Córdoba, es peligrosa para las actuales circunstancias del país, sobre todo para aquella oposición civilista, no armada y crítica. Silenciar esa oposición será un premio que recogerán los medios de comunicación colombianos, empeñados en imponer sus códigos hegemónicos, tal como lo ha explicado el estudioso de los medios de comunicación Manuel Castells: “El poder consiste hoy en crear, difundir, imponer códigos de información. La realidad no cuenta; cuenta el impacto mediático. La lucha por el poder es por generar, difundir e imponer códigos”.

Los mecanismos de propaganda que viene empleando el periodismo colombiano son sutiles, pero efectivos: supresión de las múltiples representaciones sociales con el fin de homogeneizarlas, simplificación de los hechos noticiosos, uso de adjetivos denigrantes, generalizaciones indebidas, abolición de distinciones en el uso del lenguaje y la estereotipación del ‘enemigo’. Desde la perspectiva de los medios de información, la realidad hoy en el país es blanca y negra, izquierda y derecha, afuera o adentro, sin dejar lugar para los grises ni para los centros, espacios donde se vive la democracia real.

Bien lo señala el catedrático español Juan José García-Noblejas: “hay temas, asuntos y personajes públicos que en unos medios entran por la puerta grande en primera página y en otros entran o bien por la puerta falsa de un ‘suelto testimonial’, o sólo encuentran arrimo de la mano de la ironía o del sarcasmo del caricaturista de la página editorial, o el peculiar sesgo censor (que tanto consiste en quitar como poner) del encargado de una sección determinada”.

En Colombia, los medios de información parece que se declararon en rebeldía contra la realidad y decidieron construir mediáticamente un país homogéneo, donde todos somos hermanos de la misma causa, tenemos las mismas preguntas y buscamos las mismas soluciones. No hay razones para salirse del lindero. Aquel medio que lo haga, perdería lo que es hoy su don más preciado: la pauta publicitaria, tanto pública como privada, un mecanismo de financiación que somete las ideas de los periodistas. No sobra advertir que un periódico, una emisora radial o canal de televisión, son una empresa que antes que a las audiencias, se debe a sus dueños.

Asistimos pues en Colombia a la tiranía de la información: todos nos ofrecen diariamente el mismo ‘menú’, como si el proceso de producción de la noticia se hiciera bajo la dirección de un sólo jefe de redacción al mando de un mismo equipo de editores. Es difícil ver en la actualidad productos informativos que intenten mínimamente ofrecer visiones alternativas sobre la realidad nacional, que ofrezcan una visión de los hechos desde puntos de vista novedosos y enriquecedores que aporten elementos para el debate que reclama una democracia verdadera.

Hoy, todos los medios informativos nacionales cercanos al poder, observan los hechos desde el mismo lado y con los mismos ojos, parados sobre los hombros de las grandes empresas que los financian y del poder político que respaldan. Por ello, la crítica al poder que tradicionalmente el ciudadano ha dejado en manos del periodismo no depende de aquellos principios editoriales inamovibles respaldados en una ética incuestionable, sino de la relación que se ha establecido con los poderes políticos y financieros.

Lo ocurrido con la senadora Piedad Córdoba, y lo que pueda sucederle en el futuro a ella y a quienes se deslindan de las ideas políticas hegemónicas, es fruto de ese mecanismo de orquestación propio de la propaganda política, cuya acción se centra en la repetición de una idea, de insistir, con obstinación, en un tema, presentándolo bajo diversos aspectos, de forma variada, por todos los órganos de propaganda y en formas adaptadas a los diversos públicos que deben ser tan múltiples como posibles, para lograr un efecto. Hoy, el efecto, es la agresión verbal, mañana podrá ser la agresión física, luego sobrevendrá el atentado, y finalmente, la eliminación física.

En las actuales circunstancias, el periodismo colombiano está exponiendo uno de sus valores fundamentales: la verdad. Y se advierte en los espacios informativos lo que ha escrito el intelectual italiano Giovanni Sartori: “vivimos ahora en un mundo repleto de persuasores ideológicos para quienes la ‘causa’ tiene prioridad sobre la verdad”.

Pero esa espiral de defensa de la ‘causa’ desde el periodismo es necesario detenerla. Dueños de medios, directores, jefes de redacción y periodistas, están obligados a hacer una pausa en su labor diaria para reflexionar sobre aquello que vienen haciendo en temas tan sensibles para el país. Su ceguera hoy no nos puede llevar, de nuevo, al abismo del genocidio. Si ocurre nuevamente, no podrán atribuirle los hechos a ‘fuerzas oscuras’.

domingo, 13 de enero de 2008

Oh confusión, oh caos...!



Los colombianos somos expertos en crear un problema para cada solución.
Han quedado libres Clara Rojas y Consuelo de Perdomo y, sin embargo, hay comentaristas, políticos, ministros, directores de institutos y hasta el presidente de la República que le encuentran peros a esa liberación.
Agravado todo con la torpeza del presidente de Venezuela, Hugo Chávez de pedir el reconocimiento político para las FARC, en un escenario, una oportunidad y una forma que no son las adecuadas.
Claro que Chávez tiene razón: si no le dan el status político a las FARC no puede haber Acuerdo Humanitario.
O de otra forma, cómo creen que pueden llegar a una negociación de canje, que ha aceptado el presidente Uribe, si no es reconociendo a la contraparte insurgente su condición política?.
Es decir, si vamos a negociar, debemos quitarnos las máscaras de la hipocresía y decir que lo vamos a hacer con un grupo que tiene un proyecto político.
Proyecto político que no desaparece con las atrocidades que cometen los de las FARC.
Vivir para ver: el ex presidente Andrés Pastrana y su comisionado Camilo Gómez, saltaron a los medios cual fiera herida, a decir que las FARC no pueden recibir el status político.
Y qué fue lo que hicieron ellos cuando negociaron con Tirofijo en el Caguan?
Acaso no les dieron reconocimiento político a los farucos y les permitieron 42 mil kilómetros para que vivieran a sus anchas?
Y esos mismos, no protestaron cuando a los paramilitares, delincuentes comunes, narcotraficantes embozados y criminales de todas las layas cobijados con el rótulo de AUC, les dieron el carácter de políticos y los amnistiaron o indultaron y a los jefes no los extraditaron.
Y por qué ahora, cuando se trata de un asunto de vida o muerte, que es conseguir la libertad de los secuestrados, no se puede despejar el cinco por ciento de lo que despejaron en Caguan?
Me da risa con dolor de patria, ver y oir a comentaristas, políticos y funcionarios diciendo pendejadas sobre la liberación de Clara y Consuelo.
-Unos sostienen que a Chávez se le cayó la careta. Cuál careta. Si el nunca la ha tenido. Coincide con las fuerzas revolucionarias, civiles o armadas que hay en el mundo. Coincide con todo el que sea anti gringo. Coincide con todo el que apoye su proyecto "bolivariano". El lo ha dicho, lo dice y lo seguirá diciendo públicamente. Apoya a los socialistas del siglo XXI donde quiera que estén. A él no se le cayó la careta. A algunos se les cayó la venda que ellos mismos se pusieron porque no querían ver el peso político de Chávez, apoyado por los millones de dólares que recibe a diario.
- Otros están bravos con Piedad Córdoba porque no les gusta "la negra". Le critican el turbante, la sudadera roja, su regordeta figura. Su forma de hablar. Su tesón. en fin, porque ella hace lo que muchos no hacemos: se dedica con fervor a cada una de sus obligaciones. Porque ella no deja trabajos a medias. Porque para ella es más importante la vida de los secuestrados que su propia vida y bienestar. Si yo fuera Piedad, hacía rato hubiera dicho en tres palabras: "Como tanto me critican y hasta me dicen usurpadora de la cancillería, ahí les dejo a Uribe y su canciller la misión de traer sanos y salvos a los secuestrados". Y al día siguiente me voy de asilo a Europa. A esperar allá las malas noticias de la muerte en cautiverio, por razones naturales o militares, de todos y cada uno de los cautivos.
Y entonces que Maria Isabel Rueda, Rafael Nieto, Francisco Santos, Juan Manuel Santos y otros honorables uribistas que creen que no se necesita despeje ni negociación, conformen una comisión de notables para que rescaten a los secuestrados.
-Por qué todos los furibistas se quedan callados con una noticia que dio el viernes el gobierno francés: que desde ese día viajaron a Colombia representantes de Francia, Suiza y España que dialogarán con las FARC para conseguir la libertad de Ingrid Betancur?.
- Y se quedan callados los furibistas con la noticia de que tres congresistas norteamericanos quieren venir a Colombia a hablar con las FARC para la libertad de los tres ciudadanos de Estados Unidos rehenes de esa guerrilla.
Qué pasaría si Chávez anuncia mañana que tres emisarios suyos van a venir a Colombia a hablar con las FARC sobre el mismo tema?
A quién acusarían de estar entrometiéndose en los asuntos internos del país?
La lógica con que actúan algunos de los miopes uribistas, que les están haciendo daño al propio Uribe y al país es que como los mediadores les caen mal, que se mueran los secuestrados.
Con tal de que Piedad y Chávez no vuelvan a aparecer por aquí, que se mueran los secuestrados.
Al fin y al cabo los 45 canjeables y los 774 secuestrados por las FARC son para ellos la única señal de que en Colombia sí hay conflicto. Si se acaban los secuestrados, por cualquier vía, se acaba para ellos el conflicto.
Razonamiento maquiavélico, macabro, inhumano, antiético, pero sobre todo de lesa patria.
Les recomiendo leer estos dos artículos que resumen magníficos pensamientos de quienes creen que la vida vale más que mil normas legales y constitucionales.

El problema es de raíz

Los gobiernos de colombia no quieren darse cuenta de que la subversión no es mero bandidaje. Aunque además lo sea, no es solamente eso.

Por Antonio Caballero


Los falsos dilemas

El último de los falsos dilemas proclama que hay que escoger entre la seguridad de todos y la liberación de unos cuantos secuestrados.

Por Daniel Coronell

miércoles, 9 de enero de 2008

Y al gobierno, quién lo entiende?

El gobierno de Uribe, no se queda atrás con los palos de ciegos que están dando los colombianos en todo este episodio de la liberación de los secuestrados por las FARC.
El lunes, el canciller Fernando Araujo eliminó las comisiones humanitarias y el martes el comisionado Luis Carlos Restrepo las revivió.
El presidente Uribe se disgustó al extremo por las afirmaciones de su ministro de Relaciones Exteriores y ordenó a Restrepo y a su Secretario de Prensa, CésarMauricio Velásquez que lo rectificaran.

"Estamos mirando la posibilidad de que las FARC cumplan su palabra de hacer la entrega de (las secuestradas) Clara Rojas y Consuelo González, en cuyo caso nosotros facilitamos la entrega, pero sin aceptar la presencia de comisiones internacionales humanitarias", había dicho Araújo en declaraciones a radio Caracol.

Las Cancillerías de Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela recibieron con "sorpresa y asombro" y calificaron de contradictoria la decisión de Colombia de no aceptar nuevas comisiones internacionales humanitarias para la recepción de rehenes de la guerrilla de las FARC.
Horas después el alto comisionado dijo que cualquier ayuda de la comunidad internacional para la liberación de secuestrados, debe partir de la "confianza en el gobierno, discreción en la operación y comunicación para realizarla".
"El gobierno quiere fijar los criterios en torno a cualquier intervención humanitaria y por eso decimos que esas acciones deben partir de una comunicación permanente" de los involucrados con las autoridades colombianas, explicó Restrepo a la radio RCN de Bogotá.

Y el ministro del interior Carlos Holguin, precisó que Colombia aceptará apoyo extranjero para recibir rehenes pero discreto y sin "show".
"Si quieren hacer gestiones ciertas y eficaces, conocidas por el gobierno, sin montar espectáculos, crear expectativas y darle posicionamiento político a las FARC, y para efectivamente recuperar a los secuestrados, pues eso está bien hecho y bienvenido", dijo el ministro de Interior, Carlos Holguín.

Para completar, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos advirtió que Colombia no permitirá operaciones clandestinas para recibir a los liberados.
Santos señaló que el Gobierno está dispuesto a permitir la liberación de "cualquier secuestrado", pero bajo la supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) por medio de una operación humanitaria.
Advirtió que "cualquier aeronave que llegue" a espacio aéreo colombiano "la Fuerza Aérea inmediatamente procederá a controlarla. Eso (el rescate) no puede ser una operación clandestina por vía aérea".

Bueno, esto parece un libreto para un capitulo de Los Tres Chiflados.
En defintiva, siguen los interrogantes sobre la disponibilidad del gobierno de Uribe para ayudar a las liberaciones unilaterales o negociadas de los secuestrados por las FARC.
Qué pasa si Chavez anuncia mañana que una comisión internacional debe ingresar a un lugar de Colombia para recibir a Clara Rojas y Consuelo de Perdomo?
Se negará Uribe a autorizarla y sólo permitirá que actúe el Comité Internacional de
la Cruz Roja?
O permitirá que la Comisión de Chavez ingrese al país siempre que prometa obediencia, declaraciones elogiosas para el gobierno colombiano y censure abierta y radicalmente a las FARC?
Otra vez recuerdo al difunto ex presidente Alfonso López, quien dijo: El gobierno (de Uribe) no quiere Acuerdo Humanitario sino victoria política sobre las FARC.
Y mientras tanto?
Quién y por cuánto tiempo nos asegura la supervivencia de los secuestrados?

sábado, 5 de enero de 2008

Y ahora, qué se les cree a las FARC?




Fui el primer periodista que en 1983 entrevistó a Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo) después de 20 años de especulaciones sobre su muerte.
A partir de ese año, he estado siguiendo de cerca la guerra civil no declarada que hay en Colombia.
Y en esa labor he conocido a todos los jefes guerrilleros y paramilitares, a los muertos y a quienes aún sobreviven al conflicto.
Desde entonces, y durante 13 años aproximadamente, tuve mucha cercanía con Marulanda, don Manuel como lo llamé en una histórica entrevista que le hice el 28 de mayo de 1984 y que transmití en directo por la Cadena Caracol, en un enlace espectacular que se iniciaba en La Uribe, pasaba por un helicóptero y llegaba a Bogotá.
Marulanda es un tipo retraído ante los extraños pero ejerce un gran don de mando entre sus subalternos, que lo quieren, lo respetan y lo acatan como el alumno al buen maestro.
Su segundo en el mando de las FARC, Jacobo Arenas, más extrovertido, congenió mejor conmigo y de él aprendí muchas cosas de Marulanda y de esa guerrilla.
Las FARC mienten siempre y por su propia naturaleza. Al fin y al cabo son un grupo clandestino, ilegal, que necesita ocultar la verdad de todo para sobrevivir.
Pero hay algo más.
A Marulanda le molesta que los medios lo llamen "Tirofijo" y sus principales lugartenientes se empeñan en que los periodistas no incluyan ese alias en sus notas.
Tuve que acudir en 2001 al Caguan, en nombre de la Cadena Radial Caracol, para aplacar los ánimos exacerbados de jefes guerrilleros en trance de hacer la paz con el gobierno de Pastrana que estaban mamados de que le diéramos el apelativo que hace famoso en todo el mundo a Pedro Antonio Marín (su nombre real).
Esto les puede dar una idea de lo sensible que eran, por lo menos hasta entonces, las FARC con las noticias que se divulgaban sobre su máximo jefe.
Todo esto se los digo no para presumir sino para sustentar la afirmación que enseguida hago: que las FARC deben estar profundamente afectadas por este suceso.
Han cometido estupideces por engañar a sus interlocutores, sean o no afectos ellos, pero después tienen que comerse su propio cocinado, así no lo quieran reconocer en público.
El caso de Emmanuel es ilustrativo.
Duraron muchos años diciéndole mentiras al mundo sobre secuestrados como el hijo de Clara Rojas.
Creyeron que le podían mentir todo el tiempo a todo el mundo.
No tuvieron el valor, la honestidad y sobre todo la astucia para prever que iban a perder nuevamente una batalla con la verdad y esta vez ante el mundo.
Por qué no le dijeron en su momento adecuado al presidente de Venezuela o a la senadora Piedad Córdoba, cuando ellos iniciaban la gestión mediadora, que no tenían en su poder a Emmanuel y buscaron una disculpa oportuna para no incluirlo en la lista de los tres primeros liberados?
Ahora, qué se les puede creer a las FARC?
Ahora sí le creo a quienes, como el ex ministro Fernando Londoño, dicen que "Tirofijo" está muerto hace mucho tiempo y que las FARC lo mantienen vivo en los comunicados!

Hay una nueva pista sobre esto, en la entrevista del Comandante Raúl Reyes concedida, vía electrónica, al periodista André Caramante (AC) del periódico Folha de São Paulo.
Juzguen ustedes: el periodista le pregunta por don Manuel y Reyes le contesta otra cosa y no da prueba de supervivencia del jefe!!!
AC/ Cómo reaccionó el Comandante Marulanda ante el reciente llamado de la mamá de Betancurt, Yolanda Pulecio, para que el presidente Lula actúe en la intermediación para que ella sea liberada?

R/ Los familiares de los prisioneros no confían en Uribe. Nadie cree en las palabras mentirosas y calumniosas de ese señor. Su obra de cabecera es un libro titulado Mentirologio Uribista. Y la Comunidad Internacional sabe de esa y otras cosas más, pues hasta el Departamento de Estado Norteamericano lo tiene registrado como miembro principal del cártel de Medellín, distinguido con el número 82. Por eso necesitamos resuelto apoyo, sobre todo, de los gobiernos y pueblos de los países vecinos. Será benéfico para toda América Latina y El Caribe un Proceso de Reconciliación y de Reconstrucción Nacional, como lo proponemos en nuestra Plataforma Bolivariana para un nuevo Gobierno.

Lo mìnimo que hay que exigir ahora es que las FARC den pruebas de supervivencia de Manuel Marulanda y de todos los secuestrados que han incluído en la lista de "canjeables", para saber con quién se está negociando y qué es lo que van a dar. Asi de sencillamente espeluznante.
Claro, la mejor prueba de supervivencia es que ellos lleguen ya mismo sanos y salvos a sus hogares.
Pero como no somos tan ingenuos y sabemos que las FARC quieren una victoria político-militar con el llamado Acuerdo Humanitario, pues que después de haber sido colocados en evidencia, acepten, en contra prestación, negociar en la zona de encuentro propuesta por el presidente Alvaro Uribe.
Que obtengan el reconocimiento político y que ojalá se pudieran desmovilizar las FARC, para que sus integrantes, desde Manuel Marulanda (si es que está vivo), para abajo, se incorporen a la vida civil y busquen por medios pacíficos la justicia social que no se podrá lograr (ya millones de colombianos estamos convencidos de eso) por la boca del fusil.
Que haya una segunda oportunidad para Colombia y para los colombianos que queremos paz con justicia social, sin seguirnos matando en una lucha terrible, dolorosa, horrorosa pero profundamente estéril.
Que se vayan para el carajo los señores de la guerra de la derecha y la izquierda.

miércoles, 2 de enero de 2008

Año nuevo, mañas viejas





Comienza otro año. Nuestras mentes se preparan para cruzar esta nueva etapa imaginaria que el hombre le da al tiempo que transcurre la tierra en darle la vuelta al sol.
Aparte de agueros, creencias, mitos, leyendas, costumbres y anhelos colectivos, cada uno de nosotros, los habitantes de este bello planeta, colocados aquí por decisiòn del Creador, tiene sus propios sentimientos y esperanzas con el nuevo calendario.
Pero la sociedad colombiana, hablando del conjunto de seres humanos que nos regimos por las mismas normas, bajo el mismo territorio y compartiendo los mismos gobernantes o autoridades civiles y militares, abandonamos un año y pasamos al otro los mismos fardos, las mismas angustias y los mismos resabios de quienes nos han castigado con sus actuaciones durante tanto tiempo:
- Los empresarios que no quieren redistribuir el ingreso y se alian con el gobierno para subir 1.000 pesos (50 centavos de dólar) diarios al salario mínimo.
- La estúpida disculpa de no dar más a los trabajadores porque eso causaría inflación, que castiga precisamente a los más pobres, es la que esgrimen año tras año empleadores y gobierno, apoyados por los tecnócratas de la economía, para mantener a raya el ingreso bàsico de más de cinco millones de colombianos.
- Los cegatones, endebles, pusilànimes, fáciles de extorsionar y de comprar, dirigentes sindicales que se limitan a acudir a un consejo de concertaciòn en el que son minoría y donde saben que los van a masacrar y ni siquiera chillan.
- Esos dirigentes sindicales, oligarcas de overol como los llaman, no convencen, no presionan, no se hacen sentir y no representan con dignidad a los trabajadores y menos a los desempleados, porque quien no tiene empleo no está sindicalizado y entonces no les pagan sus cuotas para mantener a los burócatras sindicales con sus vidas muelles.
- Un gobierno que, contrario a lo que dice la ley, es apenas un invitado de piedra mientras trabajadores y empresarios intercambian opiniones sobre el aumento en una parodia de diàlogo.
- El gobierno deja que ellos hagan el gasto y luego dicta por decreto el aumento y san seacabó. El aumento por lo general es el mismo que ofrecen los gremios de la producciòn.
- Entonces que la concertación la hagan solos los gremios y el ministro de protecciòn social.
- Y termina el año con cifras de desempleo amañadas. El antiguo director del DANE, se retiró porque fue capaz de pregonar independencia y nuevas metodologías para medir la desocupación, el costo de vida y el crecimiento del PIB.
- Quién cree que las cifras de desempleo estan ya por debajo del 10 por ciento?
- La situación de los asalariados es cada vez màs critica. Tienen que pagarse su propia seguridad social o no les dan empleo. Deben llegar a los puestos con la afiliaciòn a pensiones pagada por ellos mismos. Tienen que renunciar a prestaciones sociales y de trabajar por contrato de prestación de servicios.
- Y mientras tanto, los empresartios, banqueros, comerciantes e industriales, anuncian que este año fue el mejor de mucho tiempo y que la economìa crece por encima del 7 por ciento.
- Colombia es un país para bienestar de los que tienen plata. De protección para los que todo lo tienen y sólo necesitan de la "Seguridad Democrática" para defender sus fincas y sus empresas.
- Y para completar, La Guerrilla sigue su marcha oronda, insensata y cegatona hacia su propia destrucción. Hacia su disolución estrepitosa por decir tantas mentiras, por engañar tanto tiempo a tanta gente.
- A qué pueblo están defendiendo? Al que sufre la intensificación de las tendencias militaristas de derecha y de izquierda?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que asesinan en las "tomas" guerrilleras?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que boletean, extorsionan o secuestran cuando no tienen cuadrillas de paramilitares que los defiendan?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que le mienten con la devolución de secuestrados como en el caso del niño Emmanuel, de su madre Clara Rojas y la ex parlamentaria Consuelo de Perdomo?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que está hastiado de tanta violencia y como no encuentra una salida vota y vota repetidamente por la mano militarista de Alvaro Uribe?.
Cambia el año, en el calendario, pero nada cambia en la vida de los colombianos. Todo sigue igual. Todo es igual para el pobre que no puede o no quiere cambiar las cosas por temor a caer en algo peor.
De todas maneras, alzo mi copa y brindo por... Colombia, su gente, sus ilusiones y sus frustraciones.
Otro año que pasa y siempre la misma vaina!!!!