sábado, 5 de enero de 2008

Y ahora, qué se les cree a las FARC?




Fui el primer periodista que en 1983 entrevistó a Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo) después de 20 años de especulaciones sobre su muerte.
A partir de ese año, he estado siguiendo de cerca la guerra civil no declarada que hay en Colombia.
Y en esa labor he conocido a todos los jefes guerrilleros y paramilitares, a los muertos y a quienes aún sobreviven al conflicto.
Desde entonces, y durante 13 años aproximadamente, tuve mucha cercanía con Marulanda, don Manuel como lo llamé en una histórica entrevista que le hice el 28 de mayo de 1984 y que transmití en directo por la Cadena Caracol, en un enlace espectacular que se iniciaba en La Uribe, pasaba por un helicóptero y llegaba a Bogotá.
Marulanda es un tipo retraído ante los extraños pero ejerce un gran don de mando entre sus subalternos, que lo quieren, lo respetan y lo acatan como el alumno al buen maestro.
Su segundo en el mando de las FARC, Jacobo Arenas, más extrovertido, congenió mejor conmigo y de él aprendí muchas cosas de Marulanda y de esa guerrilla.
Las FARC mienten siempre y por su propia naturaleza. Al fin y al cabo son un grupo clandestino, ilegal, que necesita ocultar la verdad de todo para sobrevivir.
Pero hay algo más.
A Marulanda le molesta que los medios lo llamen "Tirofijo" y sus principales lugartenientes se empeñan en que los periodistas no incluyan ese alias en sus notas.
Tuve que acudir en 2001 al Caguan, en nombre de la Cadena Radial Caracol, para aplacar los ánimos exacerbados de jefes guerrilleros en trance de hacer la paz con el gobierno de Pastrana que estaban mamados de que le diéramos el apelativo que hace famoso en todo el mundo a Pedro Antonio Marín (su nombre real).
Esto les puede dar una idea de lo sensible que eran, por lo menos hasta entonces, las FARC con las noticias que se divulgaban sobre su máximo jefe.
Todo esto se los digo no para presumir sino para sustentar la afirmación que enseguida hago: que las FARC deben estar profundamente afectadas por este suceso.
Han cometido estupideces por engañar a sus interlocutores, sean o no afectos ellos, pero después tienen que comerse su propio cocinado, así no lo quieran reconocer en público.
El caso de Emmanuel es ilustrativo.
Duraron muchos años diciéndole mentiras al mundo sobre secuestrados como el hijo de Clara Rojas.
Creyeron que le podían mentir todo el tiempo a todo el mundo.
No tuvieron el valor, la honestidad y sobre todo la astucia para prever que iban a perder nuevamente una batalla con la verdad y esta vez ante el mundo.
Por qué no le dijeron en su momento adecuado al presidente de Venezuela o a la senadora Piedad Córdoba, cuando ellos iniciaban la gestión mediadora, que no tenían en su poder a Emmanuel y buscaron una disculpa oportuna para no incluirlo en la lista de los tres primeros liberados?
Ahora, qué se les puede creer a las FARC?
Ahora sí le creo a quienes, como el ex ministro Fernando Londoño, dicen que "Tirofijo" está muerto hace mucho tiempo y que las FARC lo mantienen vivo en los comunicados!

Hay una nueva pista sobre esto, en la entrevista del Comandante Raúl Reyes concedida, vía electrónica, al periodista André Caramante (AC) del periódico Folha de São Paulo.
Juzguen ustedes: el periodista le pregunta por don Manuel y Reyes le contesta otra cosa y no da prueba de supervivencia del jefe!!!
AC/ Cómo reaccionó el Comandante Marulanda ante el reciente llamado de la mamá de Betancurt, Yolanda Pulecio, para que el presidente Lula actúe en la intermediación para que ella sea liberada?

R/ Los familiares de los prisioneros no confían en Uribe. Nadie cree en las palabras mentirosas y calumniosas de ese señor. Su obra de cabecera es un libro titulado Mentirologio Uribista. Y la Comunidad Internacional sabe de esa y otras cosas más, pues hasta el Departamento de Estado Norteamericano lo tiene registrado como miembro principal del cártel de Medellín, distinguido con el número 82. Por eso necesitamos resuelto apoyo, sobre todo, de los gobiernos y pueblos de los países vecinos. Será benéfico para toda América Latina y El Caribe un Proceso de Reconciliación y de Reconstrucción Nacional, como lo proponemos en nuestra Plataforma Bolivariana para un nuevo Gobierno.

Lo mìnimo que hay que exigir ahora es que las FARC den pruebas de supervivencia de Manuel Marulanda y de todos los secuestrados que han incluído en la lista de "canjeables", para saber con quién se está negociando y qué es lo que van a dar. Asi de sencillamente espeluznante.
Claro, la mejor prueba de supervivencia es que ellos lleguen ya mismo sanos y salvos a sus hogares.
Pero como no somos tan ingenuos y sabemos que las FARC quieren una victoria político-militar con el llamado Acuerdo Humanitario, pues que después de haber sido colocados en evidencia, acepten, en contra prestación, negociar en la zona de encuentro propuesta por el presidente Alvaro Uribe.
Que obtengan el reconocimiento político y que ojalá se pudieran desmovilizar las FARC, para que sus integrantes, desde Manuel Marulanda (si es que está vivo), para abajo, se incorporen a la vida civil y busquen por medios pacíficos la justicia social que no se podrá lograr (ya millones de colombianos estamos convencidos de eso) por la boca del fusil.
Que haya una segunda oportunidad para Colombia y para los colombianos que queremos paz con justicia social, sin seguirnos matando en una lucha terrible, dolorosa, horrorosa pero profundamente estéril.
Que se vayan para el carajo los señores de la guerra de la derecha y la izquierda.