miércoles, 3 de diciembre de 2008

Gracias a Diaz!



Este escándalo que estalló por culpa de Guillermo Diaz Salamanca y sus asesorías a la empresa DMG, considerada como una actividad criminal por las autoridades, le trae al periodismo un pequeño soplo ético.

Bueno, esa debe ser la lógica; pero como en Colombia la lógica no opera, y menos en el periodismo, tendremos que esperar para ver si de lo que se trata es de un chivo expiatorio en el que se lavaron las manos los más vivos, o estamos destapando la punta de un gran témpano de indelicadezas que viene flotando desde hace muchos años en este oficio.

El periodismo colombiano está en crisis.

Hay excepciones, pero la mayoría de los directores de los medios y muchos de los periodistas de su respectiva cuerda son narcicistas sin espejo; ególatras ilusos; magalómanos irredimibles; sapos con maquillaje; ciegos sin bastón; sordos sin audífonos y arribistas arrastrados.

Daba risa escuchar a los directores de dos emisoras proclamando la independencia personal y la objetividad de su respectivo medio.

Darío Arizmendi,que cada dia está más desubicado de su realidad y de la del país, decía que a él los españoles no le prohiben ni le ordenan decir algo. Por qué no dijo lo mismo en la época en que Santodomingo era el dueño de Caracol?

Y Juan Gossain (que a nadie le pasa al teléfono, ni siquiera al gerente de su emisora) proclamaba que lo había llamado un oyente para decirle que no criticara la recolección de firmas para el referendo de reelección porque lo había financiado la organización Ardila Lulle.

Mentiritas para justificar una bocanada de independencia. A el tampoco le censuran nada de lo que dice ni le exigen que haga algo en favor de la organización.

Quien no los conozca que les crea.

Quien si los conoce, como yo, dudo respetuosamente de la independencia de esos y de los otros periodistas.

Todos los directores actuales de las cadenas RCN, Caracol, La FM y La W, responden a los intereses de sus propios dueños.

No traten de aparentar objetividad, porque la objetividad no existe en el periodismo.

Otra cosa es el equilibrio, eso que ellos no han aplicado nunca.

Equilibrio no es llamar a las dos partes en contienda para que se destrocen en acusaciones.

Equilibrio es no abusar de la posición dominante del micrófono para atacar a una persona, cualquiera que sea su condición.

Equilibrio es ser respetuoso de la opinión de todos los que hablan en sus programas.

Equilibrio es el arte de no ser juez y condenar sin conocer la causa.

Equilibrio es respeto, respeto y más respeto para todos.

El periodista no es el dueño de la verdad.

El periodista es un componente de la sociedad, al que le han entregado la sagrada misión de informar, sin meter sus opiniones personales ni los intereses de sus patronos en la información.

Y al señor Guillermo Diaz Salamanca, sobre el cual conozco muchos rumores, desde hace mucho tiempo: que lo apoyaban los Rodriguez Orejuela; que era amigo del "caballista" Mario Valencia; que "asesoraba" a personas con problemas delictivos como al condenado ex gobernador del Casanare, William Pérez; que cobraba coimas por hacer comentarios faborables a los bandidos; a ese señor le digo que le llegó la mala hora porque él mismo se la buscó.

El no cayó inocentemente en la Piramide DMG.

Si es así, por qué dice que le pidió al Fiscal un informe sobre DMG?.

De paso, pregunto: y al Fiscal Mario Iguaran le cabe alguna responsabilidad por haber expedido certificación verbal de buena conducta sobre David Murcia, cuando lo llamó el humorista?

Si Diaz Salamanca no hubiera tenido dudas de David Murcia, no hubiera hecho la consulta "express" al Fiscal.

No me alegro por lo que está pasando Diaz Salamanca.

Me alegro porque de algo puede servir este incidente para que los periodistas no nos creamos "palabra de dios".

No seamos abusivos con los derechos de la gente.

Cada persona, tiene garantías; al criminal no lo podemos juzgar y condenar nosotros los periodistas; y al inocente no podemos enlodarlo con nuestra agresividad.

El periodista sano es aquel que siendo amigo de todos no es amigo de ninguno; es aquel al que todos respetan porque a ninguno irrespeta.

El periodista, en fin, no es lo que hacen nuestros flamantes directores de la radio en la mañana; ellos serán superados, ojalá que muy pronto, si el caso Diaz Salamanca sirve para ventilar los males de nuestro oficio.

domingo, 25 de mayo de 2008

El "Tirofijo" que yo conocí




Pedro Antonio Marin, Manuel Marulanda, "El Viejo" o "Tirofijo", fue para mí un personaje especial, seguramente el que más, de los muchos que he conocido en mi trayectoria de periodista.
Tuve la fortuna profesional y personal de ser aceptado por don Manuel para realizar el 23 de noviembre de 1982 la primera entrevista que él concedía después de casi 20 años de clandestinidad tras su huida y la de 40 campesinos más de Marquetalia, el pueblo del norte del Huila que había sido definido como "república independiente" por la feroz bancada conservadora que encabezaba Alvaro Gómez Hurtado y que obligó al gobierno de Guillermo León Valencia (1962 - 1966) a lanzar una operación militar, acorralado por los "laureanistas".
Ese error político y militar que significó la Operación Marquetalia, dio origen, meses después a la Conferencia Sur de los grupos de autodefensa campesina que se mantenían en armas y que eran remanentes de las guerrillas liberales que en los años de violencia de los gobiernos conservadores de Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez, se habían organizado para hacer frente a las fuerzas militares y de policía de la época.
Pedro Antonio Marín, que según su padre nació en 1928 y no en 1930 como decía el difunto guerrillero, fue sorprendido por el 9 de abril de 1948, la trágica fecha del asesinato de Jorge Eliécer Gaitan, haciendo los preparativos para convertirse en un próspero comerciante en la localidad de Ceilán, a pesar de su juventud (estaba entre los 18 y los 28 años).
Marín, acosado como otros millones de liberales por las huestes armadas de Laureano Gómez, organizó un grupo de autodefensa con 24 personas de su población natal de Génova, que perteneció a Caldas y que luego en la división de ese departamento pasó a ser territorio del Quindío.
Catorce de sus 24 compañeros de autodefensa eran primos suyos.
El grupo decidió emprender camino hacia el Tolima y de allí pasó al Huila.
Entonces, apoyados por el Partido Comunista, crearon un bloque de guerrillas que tenía grupos similares operando en Meta, Valle, Cauca, Caquetá y Tolima.
En una reunión con dirigentes comunistas, donde estaba Marín, fue comentada la vida del "negro" Manuel Marulanda Vélez, un fogoso sindicalista antioqueño, presidente de la Federación de Trabajadores de Cundinamarca que murió asesinado en la sede del Servicio de Inteligencia de Colombia (SIC) en la calle 12 con carrera 3 de Bogotá.
Le propusieron a Marin que adoptara el nombre de Manuel Marulanda Vélez para su vida clandestina y guerrillera y el muchacho de Génova, con apenas 21 años de edad lo aceptó, como un homenaje a el "negro" pero como condición para que no lo siguieran llamando "Tirofijo".
Durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, general del Ejército que se tomó el poder en 1953 derrocando a Laureano Gómez, fue promulgada una amnistía, que especialmente estaba dirigida a perdonar y olvidar los delitos de liberales y conservadores.
A los militantes comunistas que se levantaron en armas para combatir al terrorífico gobierno conservador, los dejaron a un lado y, al contrario de ofrecerles garantías y protección para reincorporarse, fueron objeto de un plan de exterminio.
Así pasó con Jacobo Prías Alape, amigo personal de Marin.
Ambos, con un importante grupo de guerrilleros comunistas se desmovilizaron pero no entregaron sus armas.
Cuando un antiguo compañero de lucha, alias "Capitán Mariachi" asesinó a Prías Alape, Marin resolvió volver al monte y organizar una nueva autodefensa que acampó en Marquetalia.
Allí, estimulados por los avances de la Revolución Soviética y por el idealismo de la Cuba independiente y socialista de _Fidel Castro, intentaron hacer una comuna, donde todas las obligaciones para el cultivo, sostenimiento, administración, cosecha, venta y utilidad de sus actividades iban a un fondo común y se repartían equitativamente.
Era el primer experimento de una población colombiana con la filosofía comunista.
Por eso asustó a los conservadores que desde el Congreso, con Alvaro Gómez, reclamaron una rápida acción para erradicar esa república independiente.
La operación militar no dio resultado. Si bien los comunistas de Manuel Marulanda fueron sacados del lugar, comenzó el trasegar de una guerrilla que llega hasta nuestros dias, 44 años después de haberse constituído.
Y Marulanda "Tirofijo", tenía todas esas historias para contar.
Y me las contaría, en la entrevista a la que fui invitado porque los dos periodistas a quienes se les había ofrecido, Yamíd Amat y Juan Gossain, le confesaron a los guerrilleros que ellos tenían miedo de ir.
Estando yo en la redacción de Caracol al lado de los dos "monstruos" del periodismo nacional cuando se aculillaron, se acobardaron y le dijeron al guerrillero baquiano que ellos no iban, me llené de valor y me dije para mí: esta entrevista la hago yo.
Además yo conocía de oídas al personaje, porque vengo del Tolima, una población que vivió, sintió y sufrió la presencia de la guerrilla de "Tirofijo".
Después de que Amat y Gossain me preguntaron si me arriesgaba, por mi propia cuenta, a ir a entrevistar al mítico guerrillero, del cual sólo se conocían viejas y borrosas fotografías en blanco en negro, emprendí el viaje en compañía del camarógrafo Carlos Tobón, un excelente profesional, gran compañero de viaje y buen amigo desde entonces.
Encontré a "Tirofijo" al cabo de dos días y medio de viaje a pie, pasando por el páramo de Sumapaz desde la población tolimense de Melgar, frente a Tolemaida, el fuerte militar desde donde salían a diario contingentes inmensos de soldados por tierra o aire, para buscar al comandante de las FARC.
Encontré a Merulanda parado en la cerca de una casa en medio de una explanada, agitando su hacha para cortar la leña.
Era un amanecer frío.
Nosotros habíamos llegado la noche anterior, y tuvimos una recepción muy amable, con brandy y café que nos tributó Jaime Guaraca, otro legendario comandante de las FARC.
Marulanda, debajo de una ruana, sobre unas botas de caucho y tocado por sombrero barbisio de paño colo café, y con un cigarrillo Pielroja luciendo en sus labios, no se me identificó de entrada.
Mi mirada lo encontró cuando salí de la cocina de la vetusta vivienda para saborear un aromático y caliente café que me habían servido a las seis en punto de la mañana.
Vi a una persona común y corriente despedazando leña con una pequeña hacha.
Lo saludé por cortesía, mientras tomaba mi bebida.
Me preguntó cómo me había ido en el viaje; le contesté que había sido una caminata muy dura, sobre todo pasando el páramo en tenis, con el agua helada hasta la rodilla.
Me comentó que los guías que nos habían acompañado en el viaje habían dicho que los dos periodistas éramos buenos para caminar y hasta hizo una broma diciendo que yo tenía físico de guerrillero.
Tan pronto consumí el café me retiré de la charla diciéndole: con su permiso señor.
No me dejó alejar, al preguntarme si yo conocía Marulanda.
- No señor, he oído hablar mucho de él, pero no lo conozco personalmente, dije, mientras desandaba los dos pasos que ya había dado.
- Yo soy Manuel Marulanda, mucho gusto, me replicó, poniendo a mi alcance la mano derecha de la cual se había quitado antes el hacha.
Se inclinó hasta mí y se quintó el sombrero.
Le vi su rostro, sus ojos claros, su piel blanca pero quemada por el aire, el sol y el frío que bajaba del páramo.
- Llevo ocho días caminando para este encuentro. Espero que la entrevista la publique toda Caracol, me dijo en tono perentorio.
En los primeros minutos, no le creí a Marulanda que era él. Dudé tanto, que hasta llamé a Jaime Guaraca, con quien había tenido la noche anterior una agradable conversación y le dije que si me estaban tomando del pelo.
Guaraca llegó sonriente, se dirigió a Marulanda, le dijo: "comandante este joven Carlos Ruiz es muy suspicaz, pero parece buen tipo".
Marulanda, a quien le había dado la espalda para hablar con Guaraca, me dirigió una palabras en tono de disgusto.
Dijo que si no creía que él era el guerrillero más perseguido del país me podía volver por donde había venido.
Yo volteé la mirada y vi que ya se había quitado la ruana y ahora portaba en su mano derecha una ametralladora Uzi y un revólver le colgaba al lado derecho del cinto.
Mentalmente maldije mis dudas, porque estaba a punto de perder un gran reportaje.
Traté de calmarlo diciéndole que era mejor dudar que creer todo. Le puse como ejemplo: qué tal que sus enemigos montaran una tramoya para poner a hablar a una persona que se le parezca a usted y lo pongan a decir cosas que perjudicarían a él y a las FARC.
Marulanda me transmitió tranquilidad, cuando con la mirada y agitando sus cabeza hacia atrás y adelante, dijo que yo tenía razón.
Comprendí que en ese momento cambiaba su papel de un aparente cortador de leña haciendo inteligencia a un recién llegado para convertirse en el comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, que quería hacer una declaración, respondiéndole al Gobierno de Belisario Betancur y al Congreso que acababan de aprobar la ley de amnistía de 1982, que supuestamente iba a desmontar los grupos guerrilleros en Colombia.
- Te voy a volver famoso con esta entrevista, dijo Marulanda, poniendo su mano derecha encima de mi hombro izquierdo.
Me invitó a pasar al comedor para desayunar con él.
Ya yo tenía asegurada la entrevista y eso me abrió el apetito.
Después de un abundante desayuno, con carne asada, arroz, papa, chocolate y pan fresco, aparecieron varios hombres encapuchados. El primero de ellos cubría toda su cabeza con una tela que llevaba los colores de la bandera colombiana y con dos bolas de madera dentro de la boca que le hacía cambiar el tono de su voz.
Sólo muchas horas después se quitó la capucha y resultó que era Jacobo Arenas, el llamado ideólogo de las FARC, con quien, a partir de ese momento congeniamos y tuvimos una relación de periodista a fuente muy estrecha, hasta el punto de que no había hecho importante de su guerrilla en relación con el proceso de paz, que él no
me hiciera conocer.
Enviaba casetes, razones, comunicados escritos, mensajes verbales con varios emisarios, entre ellos el "cura Camilo", hoy en día refugiado en Brasil.
Hasta el día de su muerte el 10 de agosto de 1990, tuve con Jacobo Arenas una comunicación fluida, durante la cual él respetaba mis opiniones sobre la lucha armada y creo que muchas veces las compartía porque mientras estuvo en capacidad de dirigir las conversaciones con los distintos gobiernos, él demostró que prefería la salida negociada a la armada.
Pero esto es historia para otro momento.
Hoy, 25 de mayo de 2008, cuando Rodrigo Londoño (Timochenko) confirma la muerte de Manuel Marulanda, vuelven a mi esos recuerdos.
Tuve cerca a uno de los personajes de la vida colombiana del siglo 20 y comienzos del 21.
Lo entrevisté muchas veces.
Entre ellas, la histórica del 27 de mayo de 1984, justamente hace 24 años, cuando decretó el cese del fuego para las FARC, y realicé una transmisión en directo para Caracol, usando un helicóptero como repetidor.
Lo defino como una persona arraigada en sus ideales, profundamente amistoso con los amigos y guerrero sin cuartel con sus enemigos.
Dio su vida a un ideal.
Más que equivocarse en el método, me parece a mi que se dejó desviar del camino de la conciliación, por culpa de los guerreristas y de quienes tienen más interés en el narcotráfico que en las reivindicaciones sociales de nuestros pueblos.
El error de dejar pasar las negociaciones con Belisario Betancur y de mamarle gallo a Pastrana, fortaleció a la derecha del país. Le dio argumentos a quieren una solución violenta al conflicto y desprestigió a quienes de buena fe han venido luchando para que en el país haya paz con justicia social.
Don Manuel Marulanda: puede descansar en paz. Si hay otra vida, allá tendrá que rectificar los errores que cometió en esta y también, por qué no, puede ufanarse de que fue un ser humano coherente con su pensamiento hasta el dia en que expiró, el 26 de marzo de 2008 en los brazos de su amada.
A propósito, soy el único periodista que tiene una entrevista con los dos. "Tirofijo" y su amada, hablando del amor y de cómo se conocieron.
Esa es otra historia, para otro día.

domingo, 20 de abril de 2008

Colombia, una democracia de papel



Somos 45 millones de colombianos que vivimos en un marco de legalidad que es insuficiente; en una paz mentirosa porque la violencia que nos rodea nos está acorralando cada vez más; y sentimos que estamos en una prosperidad pero en realidad vemos tendidos en el campo y las ciudades a millones de personas en la miseria, sin trabajo, sin oportunidades de una vida decente.
Qué es lo que nos pasa a los colombianos?
Alguien puede explicar cómo, a pesar de estar gobernados por un presidente que tiene el 84 por ciento de popularidad estamos a diario en la anarquía?
Quién puede descifrar por qué nos ufanamos de tener la "democracia más sólida del continente", pero casi la mitad del Congreso colombiano, que es el pulmón de ese sistema de gobierno, está en la cárcel o a puertas de ir tras las rejas?
Alguno de los "analistas políticos" puede hacernos entender cómo es que opera la democracia colombiana donde el Fiscal General salió del cubilete del Gobierno, del cual era viceministro?
Y ese Fiscal es quien eventualmente tiene que investigar a funcionarios, o ex funcionarios públicos que participaron en su elección, como el caso del ex ministro y hoy embajador en Roma Sabas Pretel y al primo del presidente Uribe?
Eso es independencia de la Justicia?
Y es legítimo el segundo mandato del presidente Uribe que surgió de una reforma constitucional que para ser tramitada en el Congreso tuvieron que comprar conciencias, como parece que lo fue con Yidis Medina y Teodolindo Avendaño que vana ser investigados por la Corte Suprema?
Y está bien definida la separación de poderes cuando el Presidente Uribe le exige a la Corte suprema que actúe con imparcialidad?
Y tenemos una prensa equilibrada e imparcial, cuando el diario de mayor circulación tiene intereses en el Gobierno, por pauta publicitaria y porque el vicepresidente y el ministro de defensa con hermanos o primos de los directivos de El Tiempo?
Y los otros medios de información está regidos por intereses políticos y económicos?
Creo que es hora de rectificar el camino.
Así tengamos que tomar atajos no autorizados por la Constitución Política.
Debemos llevar este país a puerto seguro.
Y a ese lugar se llega por una Constituyente, donde tengan cabida todos los sectores de la opinión, desde la derecha hasta la izquierda, pasando por guerrilleros y paramilitares.
No necesariamente una Constituyente Corporativa, pero si con representación de toda la nacionalidad colombiana.
Y que en esa Constituyente haya un Acuerdo de Paz.
Que perdonemos a quienes nos hicieron tanto daño, los derechistas y los izquierdistas, los narcotraficantes y los bandidos de cuello blanco.
Desde luego que no debe haber amnistía ni indulto para los autores de crímenes atroces o de lesa humanidad.
Pero sí debe haber unas penas benévolas para que dejen de seguir delinquiendo.
Si logramos un acuerdo que deje trabajar a este país diez años en un marco de paz y honestidad y seamos ejemplo para los hijos, habremos salvado a Colombia, que es nuestra patria.
Quienes, al contrario, no entiendan que esta es una oportunidad para detener el
desangre, serán responsables de atrocidades peores que nos van a caer por culpa de una guerra civil que parece inatajable.

sábado, 5 de abril de 2008

Todo el mundo se lava las manos mientras Ingrid agoniza



La martirizada ex candidata presidencial Inrgid Betancourt muere a la vista de todo el mundo, mientras todos los que serán llamados a responder por no haberla salvado, se lavan las manos.
El presidente Alvaro Uribe, expidió un decreto ofreciendo la liberación de 500 guerrilleros presos a cambio de la libertad de Ingrid y de los otros secuestrados. Y con eso dejó la constancia histórica de que actuó hasta último momento para sacarla con vida del infierno que vivió ella desde el año 2002.
El presidente Nicolás Sarkozy, a su turno, envió una misión humanitaria a Colombia, sin rumbo fijo pero también para dejar el antecedente de que actuó hasta ultimo momento para que volviera con vida.
Las FARC, dirán que hicieron lo suyo y que insistieron hasta último momento en que la única salida era el despeje de Pradera y Florida y la firma de un acuerdo humanitario, para dejar salir a Ingrid.
Y los ciudadanos también nos lavamos las manos porque decimos: fuimos a tres marchas para pedir la libertad de Ingrid pero no nos escucharon y no lo logramos.
Cuando los historiadores escriban este horroroso capitulo de la vida nacional, cuando responsabilicen a quienes tienen que responsabilizar por este hecho, valorarán mejor que nosotros este episodio.
De mi parte, doy como un hecho que el caso Ingrid terminará mal. No doy probabilidades de vida para ella.
Ojalá me equivoque. Ojalá ella pueda salir con vida de su odisea.
Y si sobrevive, seguramente estará lista para asumir muy pronto la presidencia de la República porque habrá demostrado un gran coraje y porque los 6 años y pico de cautiverio le permitieron reflexionar sobre la mejor forma de gobernar este país.
Si perece, las FARC habrán firmado su desaparición.
Y el presidente Uribe habrá sacrificado un ser humano por la defensa de la razón de Estado.
Nos dejará el antecedente, gravísimo, de que una vida humana no vale más que el Estado.
Y así, en esas condiciones, tendremos poco a poco un Estado fuerte pero sin ciudadanos.
Que Dios nos coja confesados antes de que pasen los caballos del apocalipsis por estas tierras.
Que el sacrifico de Ingrid no sea en vano y que el país no vuelva nunca a poner por encima de la vida humana la razón de estado.

martes, 25 de marzo de 2008

Y nadie se arrepintió!





Los días santos no parecen haber dejado huella en ninguno de los actores de la tragicomedia colombiana.
Juan Manuel Santos, ministro de Defensa, cometió otra imprudencia al calificar como acción de guerra el operativo del 1 de marzo que condujo a la muerte de Raúl Reyes y de una veintena de visitantes o cuidanderos del campamento en territorio ecuatoriano.
Naturalmente, la expresión de Santos provoca una dura reacción del gobierno del Ecuador que llevará el caso de nuevo a la OEA.
Tampoco se arrepintió Rafael Correa, que con razón nacionalista pero sin visión de región, insiste en declarar a su país víctima de una agresión extranjera y quiere aprovechar la coyuntura del descubrimiento de una víctima ecuatoriana por la incursión colombiana en un nuevo acto para justificar su clausura de relaciones con Colombia.
Y sigue pecando Hugo Chavez, que insiste en su lenguaje violento contra el ministro Santos y quiere utilizar el desliz verbal de nada locuaz funcionario colombiano para insistir en que hay una campaña orquestada por Estados Unidos contra Ecuador y Venezuela.
Y tampoco se arrepintieron, ni siquiera hicieron propósito de enmienda las FARC que con la muertes de Raúl Reyes e Ivan Ríos tienen ahora menos razones para dialogar con el gobierno del presidente Uribe, pero no piensan en los secuestrados, civiles y miembros de la Fuerza Pública.
Para los violentos de todas las pelambres los días santos no los llevaron a la reflexión.
Y nosotros volvemos a nuestro diario vivir.
Unos con empleo pero mal pagados.
Otros sin empleo y que quisieran cualquier pagan.
Otros endeudados y sin posibilidades de pagar.
Pero todos confiando en que en algún momento terminará el conflicto, ojalá por la vía de la negociación que es la que sale más barata, para tener una patria en calma resolviendo los problemas sociales y económicos de su población y llevando a Colombia al lugar de privilegio que se merece y que miles de obnubilados le han negado por sus apetencias personas, económicas, de grupo o de rosca.

jueves, 13 de marzo de 2008

Uribe, es el mejor pero no puede seguir solo



No es posible que un solo hombre pueda cargar con el peso del manejo de un país como Colombia.

El presidente Uribe, hace lo que más puede, con su gran capacidad de trabajo, su inteligencia, su astucia, su osadía y, por qué no, su actitud retadora ante sus enemigos.

Colombia esperó durante mucho tiempo que surgiera un líder así. Ahora que parece que lo ha encontrado, no se quiere desprender de él.

De ahí la razón por la cual su nivel de aceptación sube cada vez que pasa por dificultades o sus contradictores lo ponen a prueba.

Ya lo había demostrado internamente, con unos opositores encarnizados que lo llamaban mafioso, paramilitar, politiquero embozado, en fin, ni para qué recordar lo que el ex presidente Andrés Pastrana ha llegado a decir de Uribe cada vez que no está al servicio del mandatario antioqueño.

Y lo mismo pasaba con César Gaviria, el ex mandatario que dirige una supuesta oposición a Uribe desde el Partido Liberal,

Gaviria se volvió gobiernista desde cuando se dio cuenta que su popularidad descendía cada vez que atacaba a Uribe.

Pero el presidente no había sorteado pruebas con rivales del exterior.

Y tuvo que hacerlo, después de quedar incurso en la violación de la soberanía ecuatoriana con el operativo que condujo a la muerte de Raúl Reyes.

Se le vinieron encima Rafael Correa, el agredido, Hugo Chávez, el metido y Daniel Ortega, el aprovechado; y también le mostraron mala cara la presidenta de Argentina Cristina Kichtner (que no tiene que hacer mucho esfuerzo para aparecer brava), la señora chilena Michelle Bachelet y el indígena boliviano Evo Morales. Y soterradamente el brasileño Lulla Da Silva le hacía también el feo.

Y a todos se les impuso en la reunión de República Dominicana.

Bien, todo bien. Con Uribe hay un gran líder, que sale y da la pelea a quien lo reta y se echa encima las responsabilidades de gobernar un convulsionado país, que no es entendido ni apoyado por los demás del área y que es sinónimo de territorio de miedo.

Pero eso no nos debe bastar. El presidente Uribe tiene que contar con el apoyo de muchos otros colombianos que tienen como él, amor por la patria, capacidad intelectual y manejo político.

Lo que debe hacer el país es pedirle a Uribe que se deje rodear de buenos consejeros, que nombre ministros a personas que tienen experiencia en la administración pública y que convoque a todos los sectores políticos, económicos y sociales para la empresa de conducir el país hacia un escenario donde haya justicia social, como presupuesto necesario para desmontar los factores objetivos de la violencia.

Si el presidente congrega a su alrededor a personas de altas calidades, y permite que cada uno de sus subalternos aporte lo mejor de sí, estamos seguros de que la Reforma Constitucional que está proponiendo el partido de la U para permitir un nuevo mandato de cuatro años de Alvaro Uribe, se va a convertir en un mandato nacional para que su gobierno sea indefinido.

Hasta que las fuerzas le aguanten a Uribe.

Puede ser lamentable para el relevo generacional, pero es bueno para que la estabilidad de una política que está dando resultados en la confianza de la gente, se prolongue el mayor tiempo posible para salir del túnel horroroso en que nos metieron en los últimos cien años políticos inescrupulosos que solo pensaron en su bienestar y enriquecimiento personal y no en la prosperidad del pueblo y la estabilidad de la República.

lunes, 10 de marzo de 2008

Las FARC ante el dilema: negociar o morir



Las FARC están ante el dilema de incrementar el terrorismo, para hacer creer que aún son fuertes, o negociar con el gobierno del presidente Uribe un salida política.

Los señores de las FARC deberían comprender que el reloj de la historia les está urgiendo para que pongan fin a una lucha armada que comenzó con justa causa, que tuvo ideales altruistas, que buscó en realidad una justicia social.

Pero esos ideales se diluyeron en los laberintos del narcotráfico, la delincuencia común, que, es verdad, fue la vía de financiación a la que tuvieron que acudir los grupos insurgentes colombianos al perder el apoyo de Rusia y Cuba.

Los últimos arrestos de las FARC deberían ser utilizados para cumplir al menos parcialmente los anhelos, las ideas, las ilusiones, de miles de quienes pasaron por esa organización armada y murieron en el intento de tener una mejor patria para sus hijos.

Nada ni nadie justifica seguir en esa vorágine de violencia.

Nada ni nadie debe permitir que sigan los sacrificios de personas idealistas que están equivocadas en el método.

Es el momento para hacer un alto en el camino y reflexionar.

Con lo que queda, bueno o malo, se puede salir de la guerra con dignidad.

Dejen a los secuestrados libres. Comprométanse a no secuestrar más.

No se les olvide que el presidente Sarkozy prometió que si hacían eso Francia los sacaba de la lista de grupos terroristas.

Busquen una negociación con Uribe, incluso sin zona de encuentro ni de despeje.

Pidan los cambios políticos por los cuales dijeron que estaban luchando.

Lleguen a un consenso con el "establecimiento" para una Constituyente o para tener representación en el Congreso.

Presenten los proyectos de Justicia Social que tanto dicen que están promoviendo.

Y entonces si, y solo entonces, podrán decir que son un "ejército del pueblo".

Un "ejército" político, no armado.

Un "ejército" que dispara propuestas no cañonazos.

Un "ejército" que no le hace daño a Colombia.

Porque, si siguen como van, no son las FARC-EP sino las FARC-HP.

Y si siguen como van, todos, ustedes y nosotros, vamos a morir por la insensatez de quienes tienen la oportunidad de pasar a la historia como guerreros y no como locos terroristas.

No hay otro alternativa. Las FARC se tienen que acabar como fuerza criminal y convertirse en fuerza política y social.

viernes, 7 de marzo de 2008

Se impuso la cordura entre Colombia, Venezuela, Ecuador y Nicaragua



Por primera vez en la historia, unos dirigentes nacionales son sensatos en público.
La reunión del Grupo de Río en República Dominicana, dignificó la política y la diplomacia.

Después de tantos casos en los que los jefes de gobierno envían sus pueblos al matadero, convocándolos a guerras que son inútiles y estúpidas, en las que solamente ganan los traficantes de armas, hemos visto hoy un día histórico para la humanidad.

La sensatez se impuso a la locura. La paz le ganó a la guerra. La inteligencia aventajó a la fuerza. Y la lengua se impuso a los tiros.

El presidente Uribe, se erigió como un hábil dominador de la palabra y mostró que los argumentos pueden más que los misiles; que el razonamiento es mejor que los Sukhoi y que los amigos están para ayudar a calmar los ánimos.

Cuando Uribe decidió acudir a Santo Domingo para la Cumbre de Río, pensamos que era el más estúpido de los gobernantes. Un retador enceguecido y un entrometido osado.

Uribe la había hecho mal. Ingresó con sus tropas a territorio ecuatoriano y mató a Raúl Reyes, el más visible jefe de las FARC y provocó al justa ira de los ecuatorianos que rompieron relaciones con Colombia. Y a ellos les siguieron los gobernantes de Venezuela y Nicaragua. Con el agravante de que había gobernantes asopalados que no se atrevían a hacer lo mismo en público pero en privado hablaban pestes del mandatario colombiano.

Venezuela movilizó tropas a la frontera y Ecuador amenazó con responder por la vía armada cualquier nueva agresión.

Colombia iba a perder mercados por 7.500 millones dólares.

El panorama no era bueno. Colombia iba en camino de ser aislada en lo político, lo diplomático y lo más grave: lo económico.

Pero los dioses de la diplomacia tenía preparada una celada para todos.

La cumbre de Río terminó con estrechones de manos de Uribe a Chavez, Corea, Ortega, Kirchner, Bachelet y Morales, los más radicales contradictores del jefe de estado colombiano.

Nadie sabe cuántos muertos evitaron; nadie puede decir cuántos desastres economizaron los presidentes a sus respectivos pueblos.

Solamente Dios, que nos tuvo de su mano, podrá decirnos algún día que hoy, viernes 7 de marzo de 2008 estos países americanos se comportaron con la inteligencia y la responsabilidad que la Divina Providencia quiere de sus buenos hijos.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Las FARC están viviendo en la luna



Nada hay peor para una persona que perder contacto con la realidad.

Y nada le produce mas daño a una organización que engañarse con la realidad.

Las FARC están como el sediento caminante del desierto que comienza a ver espejismos.

Así como Hitler que en el bunker donde se escondía creía, hasta minutos antes de suicidarse, que iba ganando la guerra, así está pasando con las FARC.

Si alguien es sensato en las FARC, debería tomar el timón de una organización armada que perdió el rumbo de la revolución para entrar en los meandros del narcotráfico, el laberinto de los secuestros políticos y extorsivos y en la vorágine a la que las está llevando Hugo Chavez.


Como colombiano me duele que los gobiernos de Venezuela y Ecuador estén confabulados con las FARC no para ayudar a los colombianos sino para jodernos a todos, buscando seguramente que la nacionalidad se fraccione y pudieran tomar parte de nuestro territorio.

Los documentos revelados hasta ahora, muestran que Chavez, Correa y las FARC escriben un libreto a varias manos y luego lo interpretan en público, en una macabra farsa.

Los computadores de "Raúl Reyes", muestran esa infernal alianza y también que el difunto era el guardián de las decisiones políticas, diplomáticas, militares de esa guerrilla.

Pero lo que no logro comprender es por qué esos computadores no tienen ni una sola carta de respuesta del "Secretariado", el destinatario de los mensajes que preparaba Reyes.

Mi amigo Arturo Jaimes hace una observación oportuna: que con "Reyes" podría estar ocurriendo lo del episodio de la novela de García Márquez en el Otoño del Patriarca, del dictador que, encerrado en su habitación, redactaba y firmaba decretos que entregaba a un conserje que los recogía y no se sabía qué los hacía.

Cuando salió el dictadorzuelo de su guarida, se dio cuenta que ninguna de sus órdenes se cumplía y además era otro el gobernante de su pueblo.

Será que "Reyes", afectado por su obligatoria "enmontada" y atendido por conserjes también enloquecidos, nunca enviaba esos mensajes?

Cuando me muestren las respuestas del "Secretariado" cambiaré de opinión.

Mientras tanto, me pregunto:

¿Era "Reyes" un "gobernante" en soledad?

¿Las FARC están viviendo en la tierra, o en la luna, o en marte o en dónde?

¿Si Chávez está aliado con las FARC, como todo parece indicar que sí, eso lo sabía Fidel Castro, el gobernante cubano que nos hace creer que renunció a la combinación de las formas de lucha?

¿Otra vez las FARC volvieron a elegir a Uribe?

¿Llegó la hora para que Uribe gobierno con todos los partidos, en un acuerdo nacional para atender los factores objetivos de la violencia que son la miseria, la falta de oportunidades y la brecha entre ricos y pobres?

lunes, 3 de marzo de 2008

Siembra vientos y recogerás tempestades!



Soy solidario con el presidente Alvaro Uribe. Estoy en contra de la vocinglería irrespetuosa de Hugo Chávez, que debería dedicarse a ayudar a su pueblo antes que a jodernos a los vecinos. Estoy en contra de un melindroso y sospechoso presidente Correa, que se deja manipular por Chávez.

Me aterran las amenazas de Venezuela y la reacción no autónoma pero si igualmente peligrosa de Ecuador.

Con todo y eso, siento que lo que está pasando en la crisis Colombo - ecuatoriana - venezolana y en las propias FARC - donde deben estar sintiendo profundamente la muerte de "Raúl Reyes" -, es la consecuencia del guerrerismo.

De uno y de otro lado.

En vano no se pueden impulsar las acciones de fuerza.

Tarde o temprano se devolverán contra quienes promueve las acciones violentas, los lenguajes ambiguos o las omisiones.

Aquí ha pasado algo grave para la estabilidad regional.

Dos gobiernos, Ecuador y Venezuela, que son condescendientes, por acción o por omisión , con las FARC.

Quedaron en evidencia, con la muerte de "Reyes", las complacencias de ambos con las FARC.

Que ellos asuman las consecuencias de su conducta.

Pero nosotros, los colombianos, también asumimos las consecuencias de lo actuado.

Cuando se estimula la guerra, no nos puede asustar el aliento de ese fantasma cuando lo tenemos respirando en nuestra nuca.

Ojalá predomine la sensatez de los nuestros y de los vecinos, para que la salida política y negociada al conflicto se haga lo más pronto posible.

Que los secuestrados y los prisioneros queden en libertad, para iniciar un recorrido hacia la paz.

Pero una paz con justicia social. No la paz del silencio de los cañones sino la paz del silencio del hambre, la ignorancia y la miseria.

Pero veo lejana esa posibilidad.

Estoy preocupado porque la extrema derecha toma cada vez más espacio en nuestro país.

Ese animal nos está aplastando a quienes no queremos que los extremos se impongan.

Libertad de prensa nula; periodistas cada vez más empecinados en estimular el conflicto; los pobres cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos; los destechados cada vez más desprotegidos; los desplazados cada vez más abandonados.

Oscuro panorama que no da lugar a posiciones de centro que nos iluminen el camino y nos eviten ir a una guerra civil o a un conflicto internacional. En cualquier caso, el que sufrirá las consecuencias será el pobre pueblo.

domingo, 27 de enero de 2008

“El periodismo colombiano atiza odios y remueve pasiones”



La prensa en Colombia es hoy instrumento de intereses económicos hegemónicos, de proyectos políticos dictatoriales y oscuras pasiones personales.
Los periodistas somos abanderados de causas que incrementan la violencia en Colombia, que aumentan la brecha entre ricos y pobres y que distancian a los cada vez más radicales extremos políticos del país.
Las causas?
Económicas, sobre todo: los medios de comunicación, sean radiales, impresos o televisivos, viven de la pauta y la pauta la manejan los que están en el poder del Gobierno o del sector privado.
Y a ellos se someten los propietarios de los medios, que imparten las órdenes a los directores, estos a su vez a los jefes de redacción y la desgraciada cadena termina en obedientes pero necesitados periodistas.
Todos tienen que obedecer porque necesitan el salario.
Directores , jefes de redacción y periodistas que, con excepciones muy pocas como los directores actuales de la W, RCN y Caracol radio y televisión, necesitan el salario para sobrevivir, acatan las instrucciones y no cuestionan éticamente ningún mandato que conlleva a poner el periodismo al servicio de las hegemonías ideológica, económica y política que hoy nos gobiernan.
Mi columna "parásito" recoge un articulo que publica en Semana Juan Diego Restrepo E., Editor de la Agencia de Prensa IPC, desde la ciudad de Medelín.
Porque comparto en su integridad el artículo, aquí va:
Análisis de Juan Diego Restrepo E.
El caso de la senadora Piedad Córdoba invita a la reflexión de si las agresiones en su contra son solo provocadas por su comportamiento individual o también es un fenómeno alimentando por la prensa.
Los colombianos asistimos por estos días al resurgimiento de un fenómeno mediático que se repite cíclicamente, cuando aparece en el horizonte nacional la figura de un ‘enemigo’ al que se le atribuyen todos los males posibles. Hoy tenemos a la guerrilla de las Farc, al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, y a la senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba, como los culpables del desequilibrio político y económico del país. En el pasado cercano tuvimos al Polo Democrático Alternativo, más atrás a la Unión Patriótica, antes a la clase obrera y estudiantil, en un pasado remoto a los liberales ‘comunistas’ y en el inicio de esta espiral de violencia al sacrificado líder popular Jorge Eliécer Gaitán.

Los efectos propagandísticos de los medios de información colombianos contra todo aquello que se deslinda del pensamiento hegemónico del cual son sus representantes, tiene hoy un grave capítulo: las agresiones verbales contra la senadora Córdoba proferidas el pasado miércoles cuando viajaba vía aérea a Caracas. Las consecuencias de la polarización ideológica que se viene dando en el país son predecibles, de ello se tiene un ejemplo concreto: los medios de comunicación crearon las condiciones sociales que acabaron en la aceptación justificatoria del genocidio de aquellos que integraron la Unión Patriótica, al reiterar, tal como lo propone la propaganda política, sus vínculos con la guerrilla de las Farc.

Los poderosos dueños de la prensa colombiana le temen tanto a los fantasmas que cuestionan sus proyectos ideológicos, generadores de grandes ganancias económicas, que no han dudado en convertir la noticia en una herramienta unificadora de la ideología dominante para su beneficio y lucro, para contrarrestar cualquier asomo de disidencia. De la mano del capital privado y público el periodismo viene perdiendo equilibrio, sin vergüenza alguna, lo que sin duda riñe con los postulados universales de este oficio, reseñados en el campo teórico, pero ausentes en las salas de redacción. Los propietarios de los medios y sus subalternos, directores y periodistas, ya no reflexionan sobre los contenidos noticiosos; no extreman los cuidados que debe tener el tratamiento de una noticia, y cada emisión se convierte en un peligroso producto propagandístico que atiza los odios y remueve las pasiones entre los colombianos.

En esta estrategia a favor de los grupos económicos y políticos en el poder, existen responsabilidades compartidas de los propietarios de los medios de información, sus directores y periodistas. Por ejemplo, en el caso de la senadora Córdoba, si lo que se dice de ella en segmentos políticos televisivos, o la agresividad con la que se le aborda en las entrevistas radiales, o la línea que revelan los artículos en portales informativos de Internet, o las constantes ironías, sarcasmos y burlas que tanto calan entre la opinión pública, son iniciativa de los periodistas o vienen ya con el sello del jefe de redacción, que las recibe del director del medio, quien a su vez recibe órdenes del dueño del medio, quien está ligado al poder político. Alguien debe tener claro de dónde viene el sesgo informativo y cuál es su oscuro propósito.

Esa labor soterrada de los medios de información en contra de quienes actúan y piensan diferente al gobierno y a los grupos de poder, cuyos efectos se observan en las agresiones verbales contra la senadora Córdoba, es peligrosa para las actuales circunstancias del país, sobre todo para aquella oposición civilista, no armada y crítica. Silenciar esa oposición será un premio que recogerán los medios de comunicación colombianos, empeñados en imponer sus códigos hegemónicos, tal como lo ha explicado el estudioso de los medios de comunicación Manuel Castells: “El poder consiste hoy en crear, difundir, imponer códigos de información. La realidad no cuenta; cuenta el impacto mediático. La lucha por el poder es por generar, difundir e imponer códigos”.

Los mecanismos de propaganda que viene empleando el periodismo colombiano son sutiles, pero efectivos: supresión de las múltiples representaciones sociales con el fin de homogeneizarlas, simplificación de los hechos noticiosos, uso de adjetivos denigrantes, generalizaciones indebidas, abolición de distinciones en el uso del lenguaje y la estereotipación del ‘enemigo’. Desde la perspectiva de los medios de información, la realidad hoy en el país es blanca y negra, izquierda y derecha, afuera o adentro, sin dejar lugar para los grises ni para los centros, espacios donde se vive la democracia real.

Bien lo señala el catedrático español Juan José García-Noblejas: “hay temas, asuntos y personajes públicos que en unos medios entran por la puerta grande en primera página y en otros entran o bien por la puerta falsa de un ‘suelto testimonial’, o sólo encuentran arrimo de la mano de la ironía o del sarcasmo del caricaturista de la página editorial, o el peculiar sesgo censor (que tanto consiste en quitar como poner) del encargado de una sección determinada”.

En Colombia, los medios de información parece que se declararon en rebeldía contra la realidad y decidieron construir mediáticamente un país homogéneo, donde todos somos hermanos de la misma causa, tenemos las mismas preguntas y buscamos las mismas soluciones. No hay razones para salirse del lindero. Aquel medio que lo haga, perdería lo que es hoy su don más preciado: la pauta publicitaria, tanto pública como privada, un mecanismo de financiación que somete las ideas de los periodistas. No sobra advertir que un periódico, una emisora radial o canal de televisión, son una empresa que antes que a las audiencias, se debe a sus dueños.

Asistimos pues en Colombia a la tiranía de la información: todos nos ofrecen diariamente el mismo ‘menú’, como si el proceso de producción de la noticia se hiciera bajo la dirección de un sólo jefe de redacción al mando de un mismo equipo de editores. Es difícil ver en la actualidad productos informativos que intenten mínimamente ofrecer visiones alternativas sobre la realidad nacional, que ofrezcan una visión de los hechos desde puntos de vista novedosos y enriquecedores que aporten elementos para el debate que reclama una democracia verdadera.

Hoy, todos los medios informativos nacionales cercanos al poder, observan los hechos desde el mismo lado y con los mismos ojos, parados sobre los hombros de las grandes empresas que los financian y del poder político que respaldan. Por ello, la crítica al poder que tradicionalmente el ciudadano ha dejado en manos del periodismo no depende de aquellos principios editoriales inamovibles respaldados en una ética incuestionable, sino de la relación que se ha establecido con los poderes políticos y financieros.

Lo ocurrido con la senadora Piedad Córdoba, y lo que pueda sucederle en el futuro a ella y a quienes se deslindan de las ideas políticas hegemónicas, es fruto de ese mecanismo de orquestación propio de la propaganda política, cuya acción se centra en la repetición de una idea, de insistir, con obstinación, en un tema, presentándolo bajo diversos aspectos, de forma variada, por todos los órganos de propaganda y en formas adaptadas a los diversos públicos que deben ser tan múltiples como posibles, para lograr un efecto. Hoy, el efecto, es la agresión verbal, mañana podrá ser la agresión física, luego sobrevendrá el atentado, y finalmente, la eliminación física.

En las actuales circunstancias, el periodismo colombiano está exponiendo uno de sus valores fundamentales: la verdad. Y se advierte en los espacios informativos lo que ha escrito el intelectual italiano Giovanni Sartori: “vivimos ahora en un mundo repleto de persuasores ideológicos para quienes la ‘causa’ tiene prioridad sobre la verdad”.

Pero esa espiral de defensa de la ‘causa’ desde el periodismo es necesario detenerla. Dueños de medios, directores, jefes de redacción y periodistas, están obligados a hacer una pausa en su labor diaria para reflexionar sobre aquello que vienen haciendo en temas tan sensibles para el país. Su ceguera hoy no nos puede llevar, de nuevo, al abismo del genocidio. Si ocurre nuevamente, no podrán atribuirle los hechos a ‘fuerzas oscuras’.

domingo, 13 de enero de 2008

Oh confusión, oh caos...!



Los colombianos somos expertos en crear un problema para cada solución.
Han quedado libres Clara Rojas y Consuelo de Perdomo y, sin embargo, hay comentaristas, políticos, ministros, directores de institutos y hasta el presidente de la República que le encuentran peros a esa liberación.
Agravado todo con la torpeza del presidente de Venezuela, Hugo Chávez de pedir el reconocimiento político para las FARC, en un escenario, una oportunidad y una forma que no son las adecuadas.
Claro que Chávez tiene razón: si no le dan el status político a las FARC no puede haber Acuerdo Humanitario.
O de otra forma, cómo creen que pueden llegar a una negociación de canje, que ha aceptado el presidente Uribe, si no es reconociendo a la contraparte insurgente su condición política?.
Es decir, si vamos a negociar, debemos quitarnos las máscaras de la hipocresía y decir que lo vamos a hacer con un grupo que tiene un proyecto político.
Proyecto político que no desaparece con las atrocidades que cometen los de las FARC.
Vivir para ver: el ex presidente Andrés Pastrana y su comisionado Camilo Gómez, saltaron a los medios cual fiera herida, a decir que las FARC no pueden recibir el status político.
Y qué fue lo que hicieron ellos cuando negociaron con Tirofijo en el Caguan?
Acaso no les dieron reconocimiento político a los farucos y les permitieron 42 mil kilómetros para que vivieran a sus anchas?
Y esos mismos, no protestaron cuando a los paramilitares, delincuentes comunes, narcotraficantes embozados y criminales de todas las layas cobijados con el rótulo de AUC, les dieron el carácter de políticos y los amnistiaron o indultaron y a los jefes no los extraditaron.
Y por qué ahora, cuando se trata de un asunto de vida o muerte, que es conseguir la libertad de los secuestrados, no se puede despejar el cinco por ciento de lo que despejaron en Caguan?
Me da risa con dolor de patria, ver y oir a comentaristas, políticos y funcionarios diciendo pendejadas sobre la liberación de Clara y Consuelo.
-Unos sostienen que a Chávez se le cayó la careta. Cuál careta. Si el nunca la ha tenido. Coincide con las fuerzas revolucionarias, civiles o armadas que hay en el mundo. Coincide con todo el que sea anti gringo. Coincide con todo el que apoye su proyecto "bolivariano". El lo ha dicho, lo dice y lo seguirá diciendo públicamente. Apoya a los socialistas del siglo XXI donde quiera que estén. A él no se le cayó la careta. A algunos se les cayó la venda que ellos mismos se pusieron porque no querían ver el peso político de Chávez, apoyado por los millones de dólares que recibe a diario.
- Otros están bravos con Piedad Córdoba porque no les gusta "la negra". Le critican el turbante, la sudadera roja, su regordeta figura. Su forma de hablar. Su tesón. en fin, porque ella hace lo que muchos no hacemos: se dedica con fervor a cada una de sus obligaciones. Porque ella no deja trabajos a medias. Porque para ella es más importante la vida de los secuestrados que su propia vida y bienestar. Si yo fuera Piedad, hacía rato hubiera dicho en tres palabras: "Como tanto me critican y hasta me dicen usurpadora de la cancillería, ahí les dejo a Uribe y su canciller la misión de traer sanos y salvos a los secuestrados". Y al día siguiente me voy de asilo a Europa. A esperar allá las malas noticias de la muerte en cautiverio, por razones naturales o militares, de todos y cada uno de los cautivos.
Y entonces que Maria Isabel Rueda, Rafael Nieto, Francisco Santos, Juan Manuel Santos y otros honorables uribistas que creen que no se necesita despeje ni negociación, conformen una comisión de notables para que rescaten a los secuestrados.
-Por qué todos los furibistas se quedan callados con una noticia que dio el viernes el gobierno francés: que desde ese día viajaron a Colombia representantes de Francia, Suiza y España que dialogarán con las FARC para conseguir la libertad de Ingrid Betancur?.
- Y se quedan callados los furibistas con la noticia de que tres congresistas norteamericanos quieren venir a Colombia a hablar con las FARC para la libertad de los tres ciudadanos de Estados Unidos rehenes de esa guerrilla.
Qué pasaría si Chávez anuncia mañana que tres emisarios suyos van a venir a Colombia a hablar con las FARC sobre el mismo tema?
A quién acusarían de estar entrometiéndose en los asuntos internos del país?
La lógica con que actúan algunos de los miopes uribistas, que les están haciendo daño al propio Uribe y al país es que como los mediadores les caen mal, que se mueran los secuestrados.
Con tal de que Piedad y Chávez no vuelvan a aparecer por aquí, que se mueran los secuestrados.
Al fin y al cabo los 45 canjeables y los 774 secuestrados por las FARC son para ellos la única señal de que en Colombia sí hay conflicto. Si se acaban los secuestrados, por cualquier vía, se acaba para ellos el conflicto.
Razonamiento maquiavélico, macabro, inhumano, antiético, pero sobre todo de lesa patria.
Les recomiendo leer estos dos artículos que resumen magníficos pensamientos de quienes creen que la vida vale más que mil normas legales y constitucionales.

El problema es de raíz

Los gobiernos de colombia no quieren darse cuenta de que la subversión no es mero bandidaje. Aunque además lo sea, no es solamente eso.

Por Antonio Caballero


Los falsos dilemas

El último de los falsos dilemas proclama que hay que escoger entre la seguridad de todos y la liberación de unos cuantos secuestrados.

Por Daniel Coronell

miércoles, 9 de enero de 2008

Y al gobierno, quién lo entiende?

El gobierno de Uribe, no se queda atrás con los palos de ciegos que están dando los colombianos en todo este episodio de la liberación de los secuestrados por las FARC.
El lunes, el canciller Fernando Araujo eliminó las comisiones humanitarias y el martes el comisionado Luis Carlos Restrepo las revivió.
El presidente Uribe se disgustó al extremo por las afirmaciones de su ministro de Relaciones Exteriores y ordenó a Restrepo y a su Secretario de Prensa, CésarMauricio Velásquez que lo rectificaran.

"Estamos mirando la posibilidad de que las FARC cumplan su palabra de hacer la entrega de (las secuestradas) Clara Rojas y Consuelo González, en cuyo caso nosotros facilitamos la entrega, pero sin aceptar la presencia de comisiones internacionales humanitarias", había dicho Araújo en declaraciones a radio Caracol.

Las Cancillerías de Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela recibieron con "sorpresa y asombro" y calificaron de contradictoria la decisión de Colombia de no aceptar nuevas comisiones internacionales humanitarias para la recepción de rehenes de la guerrilla de las FARC.
Horas después el alto comisionado dijo que cualquier ayuda de la comunidad internacional para la liberación de secuestrados, debe partir de la "confianza en el gobierno, discreción en la operación y comunicación para realizarla".
"El gobierno quiere fijar los criterios en torno a cualquier intervención humanitaria y por eso decimos que esas acciones deben partir de una comunicación permanente" de los involucrados con las autoridades colombianas, explicó Restrepo a la radio RCN de Bogotá.

Y el ministro del interior Carlos Holguin, precisó que Colombia aceptará apoyo extranjero para recibir rehenes pero discreto y sin "show".
"Si quieren hacer gestiones ciertas y eficaces, conocidas por el gobierno, sin montar espectáculos, crear expectativas y darle posicionamiento político a las FARC, y para efectivamente recuperar a los secuestrados, pues eso está bien hecho y bienvenido", dijo el ministro de Interior, Carlos Holguín.

Para completar, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos advirtió que Colombia no permitirá operaciones clandestinas para recibir a los liberados.
Santos señaló que el Gobierno está dispuesto a permitir la liberación de "cualquier secuestrado", pero bajo la supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) por medio de una operación humanitaria.
Advirtió que "cualquier aeronave que llegue" a espacio aéreo colombiano "la Fuerza Aérea inmediatamente procederá a controlarla. Eso (el rescate) no puede ser una operación clandestina por vía aérea".

Bueno, esto parece un libreto para un capitulo de Los Tres Chiflados.
En defintiva, siguen los interrogantes sobre la disponibilidad del gobierno de Uribe para ayudar a las liberaciones unilaterales o negociadas de los secuestrados por las FARC.
Qué pasa si Chavez anuncia mañana que una comisión internacional debe ingresar a un lugar de Colombia para recibir a Clara Rojas y Consuelo de Perdomo?
Se negará Uribe a autorizarla y sólo permitirá que actúe el Comité Internacional de
la Cruz Roja?
O permitirá que la Comisión de Chavez ingrese al país siempre que prometa obediencia, declaraciones elogiosas para el gobierno colombiano y censure abierta y radicalmente a las FARC?
Otra vez recuerdo al difunto ex presidente Alfonso López, quien dijo: El gobierno (de Uribe) no quiere Acuerdo Humanitario sino victoria política sobre las FARC.
Y mientras tanto?
Quién y por cuánto tiempo nos asegura la supervivencia de los secuestrados?

sábado, 5 de enero de 2008

Y ahora, qué se les cree a las FARC?




Fui el primer periodista que en 1983 entrevistó a Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo) después de 20 años de especulaciones sobre su muerte.
A partir de ese año, he estado siguiendo de cerca la guerra civil no declarada que hay en Colombia.
Y en esa labor he conocido a todos los jefes guerrilleros y paramilitares, a los muertos y a quienes aún sobreviven al conflicto.
Desde entonces, y durante 13 años aproximadamente, tuve mucha cercanía con Marulanda, don Manuel como lo llamé en una histórica entrevista que le hice el 28 de mayo de 1984 y que transmití en directo por la Cadena Caracol, en un enlace espectacular que se iniciaba en La Uribe, pasaba por un helicóptero y llegaba a Bogotá.
Marulanda es un tipo retraído ante los extraños pero ejerce un gran don de mando entre sus subalternos, que lo quieren, lo respetan y lo acatan como el alumno al buen maestro.
Su segundo en el mando de las FARC, Jacobo Arenas, más extrovertido, congenió mejor conmigo y de él aprendí muchas cosas de Marulanda y de esa guerrilla.
Las FARC mienten siempre y por su propia naturaleza. Al fin y al cabo son un grupo clandestino, ilegal, que necesita ocultar la verdad de todo para sobrevivir.
Pero hay algo más.
A Marulanda le molesta que los medios lo llamen "Tirofijo" y sus principales lugartenientes se empeñan en que los periodistas no incluyan ese alias en sus notas.
Tuve que acudir en 2001 al Caguan, en nombre de la Cadena Radial Caracol, para aplacar los ánimos exacerbados de jefes guerrilleros en trance de hacer la paz con el gobierno de Pastrana que estaban mamados de que le diéramos el apelativo que hace famoso en todo el mundo a Pedro Antonio Marín (su nombre real).
Esto les puede dar una idea de lo sensible que eran, por lo menos hasta entonces, las FARC con las noticias que se divulgaban sobre su máximo jefe.
Todo esto se los digo no para presumir sino para sustentar la afirmación que enseguida hago: que las FARC deben estar profundamente afectadas por este suceso.
Han cometido estupideces por engañar a sus interlocutores, sean o no afectos ellos, pero después tienen que comerse su propio cocinado, así no lo quieran reconocer en público.
El caso de Emmanuel es ilustrativo.
Duraron muchos años diciéndole mentiras al mundo sobre secuestrados como el hijo de Clara Rojas.
Creyeron que le podían mentir todo el tiempo a todo el mundo.
No tuvieron el valor, la honestidad y sobre todo la astucia para prever que iban a perder nuevamente una batalla con la verdad y esta vez ante el mundo.
Por qué no le dijeron en su momento adecuado al presidente de Venezuela o a la senadora Piedad Córdoba, cuando ellos iniciaban la gestión mediadora, que no tenían en su poder a Emmanuel y buscaron una disculpa oportuna para no incluirlo en la lista de los tres primeros liberados?
Ahora, qué se les puede creer a las FARC?
Ahora sí le creo a quienes, como el ex ministro Fernando Londoño, dicen que "Tirofijo" está muerto hace mucho tiempo y que las FARC lo mantienen vivo en los comunicados!

Hay una nueva pista sobre esto, en la entrevista del Comandante Raúl Reyes concedida, vía electrónica, al periodista André Caramante (AC) del periódico Folha de São Paulo.
Juzguen ustedes: el periodista le pregunta por don Manuel y Reyes le contesta otra cosa y no da prueba de supervivencia del jefe!!!
AC/ Cómo reaccionó el Comandante Marulanda ante el reciente llamado de la mamá de Betancurt, Yolanda Pulecio, para que el presidente Lula actúe en la intermediación para que ella sea liberada?

R/ Los familiares de los prisioneros no confían en Uribe. Nadie cree en las palabras mentirosas y calumniosas de ese señor. Su obra de cabecera es un libro titulado Mentirologio Uribista. Y la Comunidad Internacional sabe de esa y otras cosas más, pues hasta el Departamento de Estado Norteamericano lo tiene registrado como miembro principal del cártel de Medellín, distinguido con el número 82. Por eso necesitamos resuelto apoyo, sobre todo, de los gobiernos y pueblos de los países vecinos. Será benéfico para toda América Latina y El Caribe un Proceso de Reconciliación y de Reconstrucción Nacional, como lo proponemos en nuestra Plataforma Bolivariana para un nuevo Gobierno.

Lo mìnimo que hay que exigir ahora es que las FARC den pruebas de supervivencia de Manuel Marulanda y de todos los secuestrados que han incluído en la lista de "canjeables", para saber con quién se está negociando y qué es lo que van a dar. Asi de sencillamente espeluznante.
Claro, la mejor prueba de supervivencia es que ellos lleguen ya mismo sanos y salvos a sus hogares.
Pero como no somos tan ingenuos y sabemos que las FARC quieren una victoria político-militar con el llamado Acuerdo Humanitario, pues que después de haber sido colocados en evidencia, acepten, en contra prestación, negociar en la zona de encuentro propuesta por el presidente Alvaro Uribe.
Que obtengan el reconocimiento político y que ojalá se pudieran desmovilizar las FARC, para que sus integrantes, desde Manuel Marulanda (si es que está vivo), para abajo, se incorporen a la vida civil y busquen por medios pacíficos la justicia social que no se podrá lograr (ya millones de colombianos estamos convencidos de eso) por la boca del fusil.
Que haya una segunda oportunidad para Colombia y para los colombianos que queremos paz con justicia social, sin seguirnos matando en una lucha terrible, dolorosa, horrorosa pero profundamente estéril.
Que se vayan para el carajo los señores de la guerra de la derecha y la izquierda.

miércoles, 2 de enero de 2008

Año nuevo, mañas viejas





Comienza otro año. Nuestras mentes se preparan para cruzar esta nueva etapa imaginaria que el hombre le da al tiempo que transcurre la tierra en darle la vuelta al sol.
Aparte de agueros, creencias, mitos, leyendas, costumbres y anhelos colectivos, cada uno de nosotros, los habitantes de este bello planeta, colocados aquí por decisiòn del Creador, tiene sus propios sentimientos y esperanzas con el nuevo calendario.
Pero la sociedad colombiana, hablando del conjunto de seres humanos que nos regimos por las mismas normas, bajo el mismo territorio y compartiendo los mismos gobernantes o autoridades civiles y militares, abandonamos un año y pasamos al otro los mismos fardos, las mismas angustias y los mismos resabios de quienes nos han castigado con sus actuaciones durante tanto tiempo:
- Los empresarios que no quieren redistribuir el ingreso y se alian con el gobierno para subir 1.000 pesos (50 centavos de dólar) diarios al salario mínimo.
- La estúpida disculpa de no dar más a los trabajadores porque eso causaría inflación, que castiga precisamente a los más pobres, es la que esgrimen año tras año empleadores y gobierno, apoyados por los tecnócratas de la economía, para mantener a raya el ingreso bàsico de más de cinco millones de colombianos.
- Los cegatones, endebles, pusilànimes, fáciles de extorsionar y de comprar, dirigentes sindicales que se limitan a acudir a un consejo de concertaciòn en el que son minoría y donde saben que los van a masacrar y ni siquiera chillan.
- Esos dirigentes sindicales, oligarcas de overol como los llaman, no convencen, no presionan, no se hacen sentir y no representan con dignidad a los trabajadores y menos a los desempleados, porque quien no tiene empleo no está sindicalizado y entonces no les pagan sus cuotas para mantener a los burócatras sindicales con sus vidas muelles.
- Un gobierno que, contrario a lo que dice la ley, es apenas un invitado de piedra mientras trabajadores y empresarios intercambian opiniones sobre el aumento en una parodia de diàlogo.
- El gobierno deja que ellos hagan el gasto y luego dicta por decreto el aumento y san seacabó. El aumento por lo general es el mismo que ofrecen los gremios de la producciòn.
- Entonces que la concertación la hagan solos los gremios y el ministro de protecciòn social.
- Y termina el año con cifras de desempleo amañadas. El antiguo director del DANE, se retiró porque fue capaz de pregonar independencia y nuevas metodologías para medir la desocupación, el costo de vida y el crecimiento del PIB.
- Quién cree que las cifras de desempleo estan ya por debajo del 10 por ciento?
- La situación de los asalariados es cada vez màs critica. Tienen que pagarse su propia seguridad social o no les dan empleo. Deben llegar a los puestos con la afiliaciòn a pensiones pagada por ellos mismos. Tienen que renunciar a prestaciones sociales y de trabajar por contrato de prestación de servicios.
- Y mientras tanto, los empresartios, banqueros, comerciantes e industriales, anuncian que este año fue el mejor de mucho tiempo y que la economìa crece por encima del 7 por ciento.
- Colombia es un país para bienestar de los que tienen plata. De protección para los que todo lo tienen y sólo necesitan de la "Seguridad Democrática" para defender sus fincas y sus empresas.
- Y para completar, La Guerrilla sigue su marcha oronda, insensata y cegatona hacia su propia destrucción. Hacia su disolución estrepitosa por decir tantas mentiras, por engañar tanto tiempo a tanta gente.
- A qué pueblo están defendiendo? Al que sufre la intensificación de las tendencias militaristas de derecha y de izquierda?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que asesinan en las "tomas" guerrilleras?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que boletean, extorsionan o secuestran cuando no tienen cuadrillas de paramilitares que los defiendan?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que le mienten con la devolución de secuestrados como en el caso del niño Emmanuel, de su madre Clara Rojas y la ex parlamentaria Consuelo de Perdomo?
- A qué pueblo están defendiendo? Al que está hastiado de tanta violencia y como no encuentra una salida vota y vota repetidamente por la mano militarista de Alvaro Uribe?.
Cambia el año, en el calendario, pero nada cambia en la vida de los colombianos. Todo sigue igual. Todo es igual para el pobre que no puede o no quiere cambiar las cosas por temor a caer en algo peor.
De todas maneras, alzo mi copa y brindo por... Colombia, su gente, sus ilusiones y sus frustraciones.
Otro año que pasa y siempre la misma vaina!!!!