martes, 25 de marzo de 2008

Y nadie se arrepintió!





Los días santos no parecen haber dejado huella en ninguno de los actores de la tragicomedia colombiana.
Juan Manuel Santos, ministro de Defensa, cometió otra imprudencia al calificar como acción de guerra el operativo del 1 de marzo que condujo a la muerte de Raúl Reyes y de una veintena de visitantes o cuidanderos del campamento en territorio ecuatoriano.
Naturalmente, la expresión de Santos provoca una dura reacción del gobierno del Ecuador que llevará el caso de nuevo a la OEA.
Tampoco se arrepintió Rafael Correa, que con razón nacionalista pero sin visión de región, insiste en declarar a su país víctima de una agresión extranjera y quiere aprovechar la coyuntura del descubrimiento de una víctima ecuatoriana por la incursión colombiana en un nuevo acto para justificar su clausura de relaciones con Colombia.
Y sigue pecando Hugo Chavez, que insiste en su lenguaje violento contra el ministro Santos y quiere utilizar el desliz verbal de nada locuaz funcionario colombiano para insistir en que hay una campaña orquestada por Estados Unidos contra Ecuador y Venezuela.
Y tampoco se arrepintieron, ni siquiera hicieron propósito de enmienda las FARC que con la muertes de Raúl Reyes e Ivan Ríos tienen ahora menos razones para dialogar con el gobierno del presidente Uribe, pero no piensan en los secuestrados, civiles y miembros de la Fuerza Pública.
Para los violentos de todas las pelambres los días santos no los llevaron a la reflexión.
Y nosotros volvemos a nuestro diario vivir.
Unos con empleo pero mal pagados.
Otros sin empleo y que quisieran cualquier pagan.
Otros endeudados y sin posibilidades de pagar.
Pero todos confiando en que en algún momento terminará el conflicto, ojalá por la vía de la negociación que es la que sale más barata, para tener una patria en calma resolviendo los problemas sociales y económicos de su población y llevando a Colombia al lugar de privilegio que se merece y que miles de obnubilados le han negado por sus apetencias personas, económicas, de grupo o de rosca.