lunes, 5 de agosto de 2013

Dia del periodista en Colombia: ¿algo para celebrar?

Los periodistas en Colombia celebran su dia de formas extrañas. Ninguno de mis colegas lo hace con sinceridad y todos estamos convencidos de que no hay algo realmente agradable para celebrar. El oficio es agradable para quienes tienen verdadera vocación, que son la inmensa mayoría. Pero todos sabemos que mas allá de las satisfacciones personales no hay espacio para mostrar con orgullo la pertenencia a esta disciplina.
Los periodistas por vocación están en desventaja con los periodistas oportunistas o trepadores, que los hay, y quienes desprestigian el gremio porque son mercachifles. Esta clase abunda en los medios, donde es posible encontrar desde el oportunista para escalar posiciones sociales hasta el malvado que puede aliarse con los criminales con tal de obtener buenos rendimientos económicos. La inmensa mayoría son buenos seres humanos que se convierten en verdaderos apóstoles del periodismo. Ahí radica su virtud pero también su desgracia porque son los primeros marginados, maltratados y pronto olvidados. Son los soldados rasos, la milicia, los cargaladrillos, a quienes solo les interesa ejercer el periodismo sin contraprestaciones y muchas veces a costa de sufrimientos económicos personales o familiares. Para ellos,un feliz día del periodista. Son los pilares sobre los cuales se sostiene el ejercicio del buen periodismo, que algún día serán reconocidos. Infortunadamente, tienen superiores, como jefes de redacción, editores sectoriales o generales, directores, que poco o nada hacen por el oficio. Esta clase de "ejecutivos", jamas libran batallas por sus soldados. Defienden únicamente sus intereses personales y no se interesan por sus colegas. Los directores, de todos los medios, también están a la caza de sus propios beneficios personales, económicos, políticos, sociales, publicitarios. Los medios, todos movidos por intereses económicos y políticos, no se interesan por los reporteros. Las fuentes, solo se interesan por el medio que representan los reporteros. El gobierno es indiferente al tema de los periodistas. De lo contrario ya hubiera promovido acciones estatales o sociales en defensa del oficio. Los partidos políticos solamente se interesan por ellos en campaña. Los militares y policías, ven a los periodistas como sus enemigos, salvo aquellos que cubren su fuente. La iglesia católica y todas las confesiones religiosas, los utilizan como simples mensajeros. Claro que en realidad lo somos, pero para ellos, los periodistas no son mas que intrusos que solo sirven para corre-ve-y-dile. La ciudadanía, que mira el periodismo como una actividad privilegiada, ataca a los periodistas porque si y porque no. Los llama chismosos. Así las cosas, los periodistas en su celebración no encuentran un modelo para presentar, una causa para mostrar o una razón para festejar. Pero va un brindis por todos1

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