martes, 6 de enero de 2009

Adiós Julio Nieto Bernal



Acaba de morir el periodista, locutor, abogado, inquieto intelectual, Julio Nieto Bernal.

Su deceso ha servido para que, otra vez, los sepulcros blanqueados de algunos directores de medios de comunicación, vengan a reconocerle a Julio los méritos que le negaron cuando estaba vivo.

Julio murió en plenitud de sus facultades mentales.

Era difícil tratar con él, pero casi siempre la culpa de la dificultad la tenía el interlocutor de Julio, que seguramente no alcanzaba a comprender la magnitud de su inteligencia, de su talento o de creatividad.

Obsesivo en la compra de revistas, sobre todo internacionales, nos llevaba a los demás periodistas una gran ventaja en conocimientos de actualidad.

Era un tipo inquieto intelectualmente, a la vanguardia de los avances de la humanidad.

Tenía mucho de hipocondriaco, que para mi era una forma de manifestar su soledad.

Tuve el privilegio de ser reportero de 6 AM de Caracol y compartir con Julio muchas jornadas de trabajo.

Cuando salíamos a desayunar, después de cinco o seis horas de trabajo, no pedía su ración para él. Solicitaba un plato mediano y le pedía a sus compañeros de mesa que cada uno le diera algo, porque decía que estaba a dieta.

Y terminaba con un plato repleto de carne o huevo, arepa, pan. Nos burlábamos de él, porque finalmente comía más que los otros.

Julio Nieto, se retiró de Caracol para asumir la dirección de Coldeportes en el gobierno del presidente Belisario Betancur, y participó en la decisión que tomó el país de renunciar a la sede del Mundial de Fútbol de 1.986.

Cierta vez me confesó que no estuvo muy convencido de la decisión, pero reconoció que tuvo que acompañarla porque se trataba de un acto de gobierno contra el entonces poderoso Jaime Michelsen Uribe, líder del Grupo Grancolombiano, enemigo del presidente Betancur, y que se había apropiado de los derechos de explotación comercial de buena parte del torneo.

Julio Nieto, terminó su función en Coldeportes y fue contratado por RCN radio, donde sufrió y padeció a Juan Gossain.

Los enfrentamientos diarios con el director de esa cadena, los maltratos y burlas de algunos de sus colaboradores, no le disminuyeron su inquietud intelectual.

Estoy seguro de que Gossain no lo quiso porque era mejor preperado que él.

Después volvió a Caracol, cuando ya la cadena era dirigida por Darío Arizmendi.

Lo lógico hubiera sido que se vinculara al programa de la mañana, que él había ayudado a crear.

Es más: la idea original de ese programa matinal fue de Julio Nieto, que la tomó de los "rotativos" radiales de Argentina.

Pero no. Despertaba temores entre algunos personajes en Caracol y lo enviaron al fin de semana.

Después, pretendieron que él fuera el locutor, no el periodista, de los fines de semana en Caracol.

Soy testigo del disgusto que él expuso en Caracol contra la decisión de Darío Arismendi.

En mi oficina, con lágrimas rodando por sus mejillas, se lamentó del trato que le daban Arizmendi y Caracol.

Y prefirió quedarse sin empleo antes que aceptar lo que él consideraba una humillación.

Después, se vinculó a RCN Televisión, donde era el Defensor del Televidente.

Otro cargo donde no le reconocían sus enormes condiciones periodísticas.

Y se retiró de Nuestra Tele con dignidad, porque consideró que las mujeres periodistas de allí (especialmente alguna amiga íntima del hijo del dueño del medio) eran quienes decidían desde la cama los contenidos, muchas veces escabrosos, de los programas noticiosos o de entretenimiento del Canal.

Entonces, escribió un libro, polémico por la sinceridad de lo que decía, desnunando las miserablezas de los poderosos que manejan las empresas más grandes del país.

Y salió a hacer un recorrido que muchos de los periodistas desempleados hemos hecho. Primero, a buscar los periodistas amigos: nadie lo saluda.
Después a tratar con los periodistas enemigos, algunos se rien en la cara por la situación de uno.
Después, a los políticos o funcionarios amigos. Nadie le pasa al teléfono.

Finalmente, encontró trabajo con una gran persona que se llama Efrain Paez Espitia.

El dueño de Melodía paga poco pero aprecia mucho a los buenos profesionales.

Y Julio Nieto encontró allí un espacio.

Infortunadamente, de nuevo, los envidiosos le impidieron llegar al sitio a donde debió llegar: Melodía Stereo.

Lo dejaron en la emisora de AM, Radio Melodía.

Su mar de conocimientos, su bellísima voz, su estilo, no eran para AM.

Llegué, haciendo el mismo recorrido de él, a Melodía.

Tuvimos dos o tres momentos de desencuentros precisamente porque su capacidad periodística era mayor que la de la audiencia y yo, ahora reconozco que eequivocado, le pedía que le bajara el nivel a los temas para que los de estratos 0, 1 y 2,a donde llegábamos con la AM, pudieran entendernos.

Pero luego, retirado yo de Melodía y llegando a RCN, retomé mis plenas relaciones con Julio.

Yo fui vinculado a LA FM, que dirigía entonces Claudia Gurisatti.

Desde el primer momento, pensé que había un espacio para Julio en La FM.

Lo propuse pero en RCN no había posibilidad de empleo para quien salió en tan dura controversia con don Carlos Julio Ardila y menos cuando el medio era dirigido por su amiga.

Después, presenté un proyecto a Todelar para producir las noticias en esa pequeña cadena.

También llevé, y con su conocimiento, a Julio Nieto en el proyecto, que finalmente no se pudo realizar por la mezquindad de los dueños de Todelar.

Julio Nieto hará parte de la historia del periodismo colombiano.

Creo que fue el primer periodista radial bien educado, bien hablado, bien leído, bien intencionado en hacer una radio formativa e informativa.

Que se lo reconozcan quienes en vida lo despreciaron, puede ser un acto mínimo de desagravio con el.

Pero no he escuchado a Gossain ni a Arizmendi, ni a otros, decir públicamente que se equivocaron al tratarlo tan mal en vida.

De mi parte, que Julio me perdone mis momentos de controversia acalorada con él. Yo le perdono los suyos.

Fue un padre que crió dos hombres que ya son grandes profesionales de la radio: Alejandro y Andres Nieto Molina.

Aportó mucho al oficio del periodismo dando ejemplo de entereza e independencia.

Y al país le queda su impronta de haber ideado para la radio los programas de la mañana, que si bien ya agotaron el esquema, todavía pueden contribuir mucho para la información, formación y progreso de este país.

Julio: puedes descansar en paz.

7 comentarios:

juan carlos bernal garcía dijo...

Sr Ruiz

Tiene toda la razón a Julio Nieto Bernal lo menospreciarion los mediocres como Gosain y Arizmendi

Anónimo dijo...

Don Carlos Ruiz: dice usted una verdad, de verdad. Me toco verlo merodeando a las puertas de RCN y todas estaban trancadas. Nunca le dieron la oportunidad de regresar a hacer su oficio. Lo despreciarn, lo ultrajaron, recuerdo al director del informativo tratandolo en las mañanas como a un idiota.

Anónimo dijo...

Don Carlos, por un error se meolvido poner mi nombre en el anterior mensaje:atte, José Luis Ramírez. Lo quiero felicitar por su valentia.ALGUIÉN TENIA QUE DECIR LA VERDAD.

JUVENAL GORDON BURITICA dijo...

Porque Usted Lo Ha Dicho Carlos.

Pero quienes encontramos en el transcurso de nuestra docencia y formas de vida aparte de una sociedad consumista y manipulada.

El Camino mostrado por maestros como "Julio Nieto Bernal", un ser humano fuera de este mundo.

Siempre te llevaremos en el alma
Julio.

Juvenal Gordon.
http://jgb-hificosmos.blogspot.com
Emisora Cultural de Pereira RAC 97.7 FM

Anónimo dijo...

Señor Carlos Ruiz, hoy 24 de septiembre de 2010, buscando en internet el libro de Julio Nieto Bernal Claves para el desarrollo de un país, he leido su comentario sobre el insigne colombiano JNB, y me ha producido gran emoción. El mundo está lleno de estúpidos,hipócratas y mediocres como los que se interpucieron ante el gran JNB. La envidia es su fortaleza. El libro lo perdí en una mudanza. Gracias. J.A. Bohórquez R.

alvaro dijo...

Quisás leo muy tarde este artículo y me parece injusto que personajes con el señor JNB quien hizo tantos aportes para que la radio colombiana esté en el lugar donde está hubiera tenido que pasar por los caminos que la envidia y la mediocridad de sus colegas, le trazó. Seguramente así hay todavía hombres importantes de la radio alejados y olvidados de su medio por los mismos motivos que describe carlos ruiz. Que dolor que pases estas cosas.

alvaro dijo...

Quisás leo muy tarde este artículo y me parece injusto que personajes con el señor JNB quien hizo tantos aportes para que la radio colombiana esté en el lugar donde está hubiera tenido que pasar por los caminos que la envidia y la mediocridad de sus colegas, le trazó. Seguramente así hay todavía hombres importantes de la radio alejados y olvidados de su medio por los mismos motivos que describe carlos ruiz. Que dolor que pasen estas cosas.